La bioinformática es una de las disciplinas científicas que más protagonismo y proyección están teniendo en los últimos años, algo que se hizo particularmente visible durante la pandemia y que, como señala en Fórmula Salud Osvaldo Graña, profesor del Grado de Genética y de Ingeniería Biomédica de la universidad CEU San Pablo, “resultó fundamental en el manejo e interpretación de datos sobre el SARS-CoV-2. Su labor consiste en investigar, desarrollar y aplicar herramientas informáticas y computacionales para permitir y mejorar el manejo de datos biológicos, gracias al uso de herramientas que reúnen, almacenan, organizan, analizan y permiten interpretar esos datos.” La cuestión clave, que no es menor en este tipo de nuevas disciplinas, es saber hasta dónde se puede llegar y establecer límites éticos en el manejo y uso de información confidencial de millones de personas en todo el mundo.