Las redes sociales han entrado de lleno en la información de salud y eso está generando conflictos no sólo por la duda de credibilidad de muchos mensajes, sino también por el manejo de esta información desde los propios medios de comunicación. Como señala en Fórmula Salud Antonio San José, periodista y partner de KREAB, “hay que “cuidar la dieta informativa” y ese concepto, que acepta de buen grado la decana de la facultad de Humanidades y Ciencias de la Comunicación de la universidad CEU San Pablo, María Solano Altaba, “significa que debemos saber elegir en qué medio confiamos para informarnos sobre salud, que contraste la información y se ajuste al rigor científico de cada momento”.
En los últimos tiempos hemos visto como ante asuntos relacionados con crisis sanitarias algunos medios han abusado de la emotividad cayendo en la exageración y trasladando a los ciudadanos una información poco precisa, a veces alarmista que carece de equilibrio. “A veces el mensaje que llega a los ciudadanos viene corrompido de la fuente porque –señala María Solano Altaba—es la propia fuente la que es “fake”. En Internet, continúa, cualquiera se puede apropiar el título de doctor o especialista y nadie lo corrobora”