“La soledad muchas veces no se tiene en cuenta y repercute en la salud de una forma decisiva”.
Para la doctora Cristina Bermejo, vicepresidenta de la Sociedad Madrileña de Geriatría y Gerontología lo primero es saber que existe y después “dejarse ayudar es clave.
Hay muchas asociaciones de voluntariado que han surgido durante la pandemia y que vienen realizando una labor impagable a sabiendas de que, por ejemplo, algunas depresiones no necesitan tratarse con fármacos, basta acompañar, disponer de unos minutos para hablar con los mayores y hacerles ver que estamos junto a ellos, que no se sientan solos”.
La doctora Bermejo apunta incluso la importancia de comer con tiempo suficiente. “Según recomienda la Organización Mundial de la Salud, deberíamos comer en un tiempo aproximado de 50 minutos y no lo hacemos. Nuestros mayores, en muchas ocasiones, apenas comen en veinte minutos y eso, a la larga, es un problema que afecta a su situación nutricional pero también a la emocional”.