El Galeón de Manila: Botsuana salvaje

El Galeón de Manila: Botsuana salvaje

La segunda singladura del Galéon de Manila nos lleva río adentro por el sur del África austral hasta el delta del Okavango.

El río Okavango, tras serpentear durante más de mil kilómetros por tierras angoleñas, decide que su final tenga lugar en Botsuana, en los arenales del desierto de Kalahari. Y es en su última etapa donde se convierte en una maravillosa rareza: no desemboca en el océano, sino que esparce miles de millones de litros de agua en una de las zonas más áridas y extremas del planeta. Ese pedazo de Botsuana es uno de los lugares del planeta con más vida salvaje y, por lo tanto, un destino idóneo para realizar safaris.

En el Galeón de Manila tenemos un buen mapa y la mejor tripulación. Llevamos a bordo a Ana Isabel Alía, que vive en pleno parque nacional y es una de las pioneras en España del concepto del Safari móvil y tiene mil y una experiencias entre leones, elefantes, búfalos y hienas. Pero Botsuana también posee un paisaje humano fascinante. A veces, desconocido. Otras, olvidado. Y en muchos casos, abiertamente despreciado.

Los bosquimanos son los primeros habitantes de la región y han tenido la mala suerte de nacer en una tierra codiciada por los cazadores de dinero. Hoy viven desplazados en los márgenes de los parques nacionales. Sus bailes resultan de lo más fotogénicos, pero cuando los turistas se sacuden el polvo y vuelven al jeep, no saben que dejan atrás a un pueblo único. Los bosquimanos han logrado conservar una rica cultura ancestral, que es un tesoro que muy poca gente se ha preocupado por conocer. Una de esas pocas personas es José Manuel de Prada Samper, autor de "La niña que creó las estrellas", que también viene a bordo.

Además, como cada día, contamos con las anécdotas y las consultas de nuestros oyentes.