El Newcastle es un histórico del fútbol europeo que estos días ha acaparado muchas portadas.
Después de un año y medio de negociaciones, un consorcio saudí liderado por Yasir Al-Rumayyan ha comprado el club para convertirlo en el más rico del mundo. De hecho, el fondo saudí multiplica por once el capital que tienen los dueños del Manchester City.
Los hinchas de las urracas festejan la operación económica ajenos a las sospechas de violación del fair play financiero y a las denuncias por no respetar los derechos humanos de los nuevos dueños del club.