Cada noche, Félix Madero se despide de El Enfoque con una mirada muy personal a lo pequeño. Un detalle o una historia anónima.
Esta noche nos ha hablado de la muerte, que es lo único realmente importante. Desde tiempo inmemorial, hay gente que ha sabido morirse sin miedo, con naturalidad. Porque morirse no es más que un trámite que hay que cumplir.
Ha recordado a la figura de Cela, quien siempre decía que morirse era una ordinariez que le ocurre a todo el mundo. Y es que, Félix Madero ha querido hablar de un hombre que ha sabido morirse con clase y humor. Se trata de Javier Martínez, coronel de infantería de marina, que llamó a su hijo para dictarle su propia esquela.
No hay que olvidar que recordar a la gente que está muerta es una manera de resucitarla.