El 29 de mayo de 2023, Pedro Sánchez convocaba elecciones generales para el 23 de julio de ese año, en plena época estival, tras haber perdido bastiones históricos como la Comunidad Valenciana y Extremadura. La decisión generó un intenso debate político, ya que situaba a los ciudadanos ante unas elecciones fuera del calendario habitual y en pleno verano.
El voto por correo se disparó en estos comicios, y más de la mitad de los sufragios, según el CIS, se decantó por la izquierda. Esto confirmó que, a pesar de los reveses electorales previos, la estrategia de Sánchez había funcionado y no se produjo el cambio de ciclo que algunos esperaban.
Sin embargo, recientes informaciones sobre un supuesto fraude electoral en las primarias socialistas de 2014 han vuelto a poner sobre la mesa prácticas de dudosa moral en el ámbito político. Estas revelaciones han hecho que dirigentes y personalidades de distintos partidos alerten sobre la importancia de seguir de cerca las próximas elecciones generales, para garantizar la transparencia y la confianza de los ciudadanos en los procesos democráticos.