Aprenden a nadar Para poder aprender a remar y tener una oportunidad. Son niños de entornos vulnerables. Los 22 niños que gracias a Rowe pueden disfrutar de un proyecto global.
La ayuda al estudio comienza cuando acaba la actividad deportiva. Fomentar la amistad y el deporte. Todo gracias al trabajo altruista de los voluntarios.
"Parecen uno", un buen lema para un proyecto que también da sus frutos en forma de medalla. El valor del éxito deportivo envuelto en una sola palabra: solidaridad. Y una enseñanza de vida: "Que nunca me rinda".