El Real Madrid inicia el camino europeo repleto de confianza por su pleno inicial liguero, un positivo estado de forma que quieren trasladar a su competición fetiche, ante un Olympique de Marsella renovado.
El equipo galo contará con el poyo de casi 3.800 aficionados franceses, de los cuales unos 800 están consierados ultras.
Seguidores que se han hacen oir por las calles de Madrid. Aficionados que se muestran optimistas de cara al partido al Bernabéu.