Algunos de los 81 pederastas detenidos por toda España en la que supone la mayor operación del año contra la pornografía infantil usaban palabras clave para buscar las imágenes, algunas brutales, de menores abusados, y lo hacían mediante redes P2P, una herramienta sencilla al alcance de cualquiera.
Uno de los oficiales de la Policía Nacional de la Unidad de Investigación Tecnológica que ha llevado el caso ha explicado esta mañana a Efe algunos pormenores de la operación, en la que han sido arrestados 81 hombres de todo tipo.
"Hay de todo: casados con hijos, solteros, menores de edad... En la pederastia no hay un perfil fijo, son de todos los niveles socioeconómicos, en realidad podría ser tu vecino. Si le preguntaras a los vecinos de los detenidos, no se lo creerían", resumen este investigador, que lleva siete años trabajando para frenar los delitos a menores en internet.
Así, en los 80 registros que se llevaron a cabo en 28 provincias durante varios meses -desde marzo hasta octubre- la Policía se encontró con mujeres con hijos que nada sabían de las actividades de su marido en internet, dos menores de edad y dos personas con discapacidad intelectual a las que no se podrá juzgar por inimputables.
"Hemos visto auténticos dramas en algunas casas, madres con hijos preocupadas por si su marido había hecho algo a sus niños", explica el oficial, que aclara que en principio no hay indicios de que estos arrestados abusaran de niños.
Todos ellos sólo tienen una cosa en común: en sus ordenadores se encontraron vídeos y fotografías que mostraban menores abusados, en algunos casos hasta bebés maniatados, unas imágenes que la Policía no ha dudado en calificar de "brutales" y rallando el "sadismo".
Según el agente, la gran mayoría de estas víctimas menores no son españolas y las que sí lo son ya están identificadas -a falta de analizar toda la información incautada-.
Se trata de imágenes que circulan por la red de niños de países donde el control sobre este tipo de actividades es nulo o muy bajo, especialmente de Sudamérica, sudeste asiático (como Tailandia o Camboya, donde prolifera el turismo sexual) o Rusia.
Se distribuyen por la vía del conocido como Peer to Peer (P2P), un sistema para compartir archivos muy popular usado para descargar películas, que en ocasiones esconden archivos pedófilos.
Para muchos usuarios, estos archivos camuflados bajo nombres, por ejemplo, de películas de animación infantiles aparecen a modo de "sorpresa" cuando se abren -y se pueden denunciar en un formulario colgado en la página de la Policía-, pero algunos pedófilos saben bien cómo encontrarlos porque usan palabras clave que comparten entre ellos.
Otros, explica el inspector llegan a ellos "por error" al descargar películas o pornografía para adultos, pero les despiertan este tipo de conductas sexuales desviadas, muchas veces a personas que, con la crisis, han perdido su trabajo y tienen mucho tiempo libre para navegar por internet.
Detenerlas cuando todavía se dedican a visualizar pornografía infantil es, según el oficial, una forma de "cortar de raíz" el problema y evitar que avancen en los abusos hacia el conocido como "grooming" o acercamiento a los menores mediante redes sociales y, de ahí, directamente a los abusos en persona.
En este caso se les ha podido localizar gracias a un programa informático adquirido por la Policía que hace un minucioso rastreo de la red en busca de ordenadores con estos archivos, una herramienta que está constantemente trabajando para impedir su difusión, por lo que, mientras este tipo de vídeos y de fotos existan en la red, continuarán los arrestos.