El momento de mayor esplendor de la lluvia de estrellas fugaces en España de este sábado, 24 de mayo, será entre las 9 y las 10 de la mañana, por lo que no se podrá ver al ser ya de día, con independencia de la nubosidad que se espera sea elevada en buena parte del país.
No obstante, los expertos recomiendan observar el cielo a lo largo de esta próxima madrugada, especialmente en las horas previas a la aurora y en dirección a la Estrella Polar, ya que "algo se podrá ver".
Esta lluvia de estrellas, que se producirá cuando la Tierra cruce esta noche la cola del cometa 209P/Linear, se llama Camelopardálidas en honor a la constelación de la jirafa de la que provienen, y aunque el máximo, de unos 200 meteoros a la hora, será de día en España, es posible que se vea algún bólido brillante durante la noche.
El subdirector del Planetario de Madrid, Telmo Fernández Castro, ha señalado a Efe que "cualquier excusa es buena para mirar al cielo", porque, "a veces, se nos olvida que vivimos en un pequeño planeta que gira alrededor de una estrella vulgar" dentro de la galaxia de la Vía Láctea, porque hay muchísimas galaxias más.
"El universo es fascinante en sí mismo", ha asegurado el también astrofísico, quien ha recomendado mirar "hacia arriba" desde un punto donde no haya luz residual que ilumine el firmamento porque dificultaría la observación para poder ver "el cielo de verdad".
En Estados Unidos y Canadá podrán ver bien estos meteoros o "trazos luminosos que ocurren en el cielo como consecuencia de los restos de partículas que se queman al llegar a la atmósfera y que nunca llegan a chocar contra el suelo" porque se desintegran antes. Fernández ha señalado que la lluvia de estrellas asociada a este cometa, descubierto en 2004, pasó cerca del Sol en 2009 y vuelve a pasar cerca este mes de mayo.
Si no hay suerte siempre podremos disfrutar de la visión de Venus y la Luna en la constelación de Piscis que aunque molestaría para ver los posibles meteoros nos regala una imagen muy bella, han destacado desde el Planetario de Madrid.
Desde el Planetario han explicado que en 2012, los expertos en meteoros Esko Lyytinen de Finlandia y Peter Jenniskens del Centro de Investigación Ames de la NASA fueron los primeros en anunciar que la Tierra debería encontrarse en mayo de 2014 con las partículas expulsadas por el cometa 209P/Linear. Los cálculos más recientes proceden de Quanzhi Ye y Paul A. Wiegert, ambos de la Universidad de Western Ontario.
Su trabajo fue publicado en la red en noviembre de 2013 y sugieren una tasa de 200 meteoros por hora en condiciones ideales: lugar de observación muy oscuro, no presencia de la Luna, cielo despejado y el radiante alto.
Para la observación de la lluvia de estrellas hay que tener en cuenta que su radiante, punto del firmamento desde el que parecen provenir los meteoros, se encuentra en la constelación septentrional de Camelopardalis, cerca del polo norte celeste, haciendo esta lluvia de meteoros más favorable para los observadores del hemisferio norte.