El Papa Francisco ha pedido a los fieles desde el balcón de la biblioteca del apartamento pontificio, "que el odio deje paso al amor, la mentira a la verdad, la venganza al perdón y la tristeza a la alegría", antes del rezo del Regina Caeli que sustituye al Angelus durante el tiempo Pascual.
Además, ha animado a los fieles a que el Bautismo y la Eucaristía se traduzcan en comportamientos y gestos. "Es verdad, el Bautismo que nos hace hijos de Dios, la Eucaristía que nos une a Cristo deben convertirse en vida, traducirse en actitudes, comportamientos, gestos y acciones", ha indicado.
Asimismo, ha precisado que la gracia de Cristo es un "potencial de renovación enorme" para la existencia personal, para la vida de la familia y las relaciones sociales, aunque ha señalado que "todo pasa por el corazón humano". "Si yo me dejo alcanzar por la gracia de Cristo resucitado, si le permito cambiarme en mis aspectos que no son buenos y que pueden dañarme a mí y a los otros, permito que la victoria de Cristo se asiente en mi vida", ha explicado.
Concretamente, se ha centrado en "la alegría de la Pascua", ha deseado que pueda llegar a todos, especialmente a los que más sufren, y ha invitado a estar alegres de sentirse "instrumentos de la Gracia de Dios". "Cristo ha vencido al mal de manera definitiva", ha subrayado, al tiempo que ha instado a acoger esta victoria en la vida de cada uno.
El Papa Francisco ha saludado "con gran afecto" a todos los peregrinos procedentes "de tantos continentes" reunidos en la Plaza de San Pedro, que le han aplaudido en varias ocasiones y les ha deseado que pasen "serenamente este lunes en que se escucha el anuncio alegre de la Pascua de Cristo que ha resucitado". "Feliz Pascua y buena comida", ha remarcado.