Cientos de personas con parálisis cerebral, acompañados por familiares y trabajadores, se han concentrado este 2 de octubre, Día Mundial de la Parálisis Cerebral, frente a entidades de la Confederación Aspace de toda España para solicitar a las administraciones públicas que los recortes sociales no conviertan a las personas con parálisis cerebral en ciudadanos de segunda. "Nuestra vida es complicada; en ocasiones dura", asegura el texto leído en cada concentración, "y nuestro objetivo último no es otro que lograr una vida plena y digna pese a esas dificultades. Y esa sencilla meta, a la que todo ciudadano tiene derecho, no puede ser alcanzada sin el apoyo de las administraciones públicas".
Las concentraciones tuvieron lugar en Ávila, Badajoz, Bilbao, Burgos, Cádiz, Castellón de la Plana, Ciudad Real, Coruña, Gijón, Lleida, León, Palencia, Pamplona, Pontevedra, Sevilla, San Sebastián, Segovia, Tarragona y Vigo y en muchas de ellas acudieron también alcaldes y representantes del sector de la discapacidad.
"Los recortes nos están llevando a situaciones de hace 20 años. No vemos donde puede acabar esto, pensábamos que la situación de ajuste había terminado, pero esto no tiene fin. Cuando hay que ajustar presupuestos se mira a los gastos y se ensañan con las personas con parálisis cerebral y con discapacidad", explicó a Servimedia Jaume Mauri, presidente de la Confederación Aspace.
En España hay unas 120.000 personas con parálisis cerebral, una discapacidad que, además de ser permanente, afecta a cada persona de formas muy distintas: una de cada cuatro personas con parálisis cerebral no puede hablar, una de cada tres no puede caminar, una de cada dos tiene discapacidad intelectual y una de cada cuatro sufre de epilepsia. Estas características hacen de la parálisis cerebral una discapacidad muy compleja y singular, con particularidades propias de la discapacidad física, sensorial e intelectual.