La Comisión Europea (CE) propuso un objetivo obligatorio de recorte de emisiones de gases de efecto invernadero del 40% y una meta vinculante a escala europea del 27% para las renovables para 2030.
La propuesta para las renovables, al ser obligatoria solo a nivel comunitario, no se dividirá en objetivos nacionales vinculantes que puedan derivar en sanciones para los Estados miembros en caso de incumplimiento.
Este nuevo paquete climático para 2030, que de momento solo tiene valor político, contrasta con el más ambicioso que la UE adoptó para 2020, que incluía dos objetivos obligatorios del 20% para recorte de CO2 y renovables y otro voluntario, también del 20%, para reducir el consumo energético.