Todo preparado para la entrega esta tarde de los Premios Príncipe de Asturias

  • El Príncipe entrega la insignia de los Premios a todos los galardonados

Los príncipes de Asturias reciben a esta hora al jurado y los premiados con los galardones que se entregan esta tarde, con los que han posado para la foto de familia. Es el primer acto de la jornada de entrega de los premios, que en esta edición cumplen 30 años. La Reina está ya en Oviedo para asistir a la ceremonia que arranca a las seis de esta tarde.

Don Felipe ha entregado hoy a los distinguidos en las ocho categorías de los Premios Príncipe de Asturias 2010 las insignias acreditativas de estos galardones, en una breve ceremonia celebrada en el hotel de la Reconquista de Oviedo, tras la llegada de la Reina a la ciudad.

Previamente, los Príncipes han saludado a los presidentes de los ocho jurados: Manuel Fraga (Ciencias Sociales), Antonio Garrigues Walker (Cooperación Internacional), José Lladó (Artes), Enrique Moreno (Investigación Científica y Técnica), Víctor García de la Concha (Letras), Vicente Álvarez Areces (Concordia), Manuel Olivencia (Comunicación y Humanidades) y Manuel Estiarte (Deportes).

Jeremy Chapman, en representación de The Transplantation Society, y Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes, han sido los primeros en recibir el emblema de manos de Don Felipe en el Salón Covadonga del hotel, al haber sido galardonadas ambas instituciones con el Premio de Cooperación Internacional.

A continuación, el Príncipe ha impuesto a los bioquímicos David Julius, Linda Watkins y Baruch Minke las insignias del Premio de Investigación Científica y Técnica, como reconocimiento por sus trabajos pioneros sobre los mecanismos que controlan el dolor en el ser humano.

El escultor estadounidense Richard Serra, que ayer expresó su admiración por el Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer durante una visita a las obras de construcción de este complejo artístico en la cercana ciudad de Avilés, ha recogido la insignia que le acredita como premiado en la categoría de Artes.

El ensayista y novelista libanés Amin Maalouf lleva también prendido en la solapa el emblema que le reconoce como premiado en la categoría de Letras, al igual que los sociólogos Alain Tourain y Zygmunt Bauman, galardonados con el Premio de Comunicación y Humanidades.

En nombre de la organización no gubernamental católica Manos Unidas, han recogido la insignia del Premio de la Concordia Myriam García Abrisqueta, presidenta de esta ONG, y Cécile Samagui, representante de una organización de Benin con la que colabora la institución premiada.

Don Felipe ha hecho entrega asimismo del emblema de los Premios a Xu Weihong, Cao Wei y Zhang Weixing, en representación del equipo arqueológico de los mundialmente famosos guerreros y caballos de Terracota descubiertos en el yacimiento chino de Xi'an, que ya ha sido visitado por más de 60 millones de personas.

La insignia del Premio de Deportes, otorgado a la selección española de fútbol tras su triunfo en el campeonato mundial de Sudáfrica, ha sido la última que ha entregado el Príncipe y la han recibido el presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y el guardameta Pepe Reina, uno de los diez jugadores que acudirán esta tarde a la ceremonia central de los galardones.

Antes de conversar por primera vez en privado con los galardonados de 2010, los Príncipes han posado con ellos para la foto de familia, con Amin Maalouf a la derecha de Don Felipe y Richard Serra a la izquierda de Doña Letizia.

Todos ellos recogerán esta tarde sus premios en la solemne ceremonia que se celebrará en el Teatro Campoamor de la capital asturiana, que estará presidida por los Príncipes y contará con la presencia de la Reina.

Doña Sofía ha llegado al hotel de la Reconquista minutos antes de que diese comienzo la audiencia ofrecida por los Príncipes a los galardonados y, como todos los años, ha sido acogida con cariño por los ovetenses que siguen el desarrollo de la jornada de los Premios en las calles de su ciudad, convertida por unos días en sede de un prestigioso acontecimiento con relevancia mundial.