Un indigente magrebí era el testaferro de seis sociedades de los ERE andaluces

  • Alaya investiga si los sobres con dinero se pagaron con Griñán como presidente
  • La consultora que medió en los ERE facturó 21 millones de euros en comisiones

Este miércoles hemos conocido en relación a la trama de los ERE de Andalucía que un indigente magrebí era testaferro de seis sociedades pantalla que facturaron comisiones con ayudas de la Junta.

Además un exdiputado vasco del PSOE cobró una póliza con dinero de los ERE fraudulentos.

Nuevos datos que aparecen en el atestado de más de 1.000 páginas aportado al caso por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil. Cifra en más de 21 millones de euros las sobrecomisiones que del dinero público llegó a facturar el Grupo Vitalia, encargada de mediar en la mayoría de los ERE andaluces.

Más llamativo todavía , era la forma de actuar. El grupo llegó a sacar de la calle a un indigente magrebí para nombrarlo directivo de hasta seis empresas radicadas en paraísos fiscales (Luxemburgo, Rumanía o República Dominicana) para poder así ocultar el rastro de los fondos.

La pista se la dió a la Guardía Civil un apunte contable de 1.000 euros que pagaron al mendigo de origen árabe.

UN DIPUTADO VASCO INCLUIDO EN LA PREJUBILACIÓN DE UNA EMPRESA EN LA QUE NO TRABAJÓ

Pero hay más, al lenvantarse el secreto del sumario, ha aparecido también el nombre de un exdiputado socialista vasco, Antonio Aso. Fué incluído en una póliza de prejubilación en una empresa en la que no había trabajado, por la que Vitalia le pagó 18.000 euros.

Esa fué la forma que el del exdirector de Trabajo de la Junta eligió para pagarle unos cursos que había impartido.

La Juez Alaya investiga además si esta forma de actuar se siguió utlizando durante la presidencia de Griñán , porque existen correos que detallan que en 2010 todavía hubo pagos de comsiones a sindicatos y a los llamados "señores del Sur", que llegaron a repartirse comisiones de más de 400.000 eruos. Alaya trata de averiguar quienes se esconden tras esa expresión, empleada en varios emails por un exdirectivo de Vitalia.