Los esfuerzos que España ha desplegado en los últimos años para devolver la cultura judía del país a su justo lugar son "simplemente un deber en nombre de la justicia", ha subrayado este martes el Rey Felipe al recibir el premio Lord Jakobovits de la Conferencia Europea de Rabinos, que premia los comportamientos destacados de lucha contra el antisemitismo y en favor de la tolerancia y la amistad con el pueblo judío.
En este caso, se está premiando la aprobación de la ley que permite conceder la nacionalidad española a los descendientes de los judíos sefardíes, quienes participaron en la construcción del reino español como una "superpotencia mundial" antes de su expulsión en el siglo XV, como ha recordado el presidente de la Conferencia Europea de Rabinos, Pinchas Goldschmidt.
En una ceremonia en el Palacio Real de El Pardo, el monarca ha destacado que este premio es en realidad un reconocimiento al pueblo español y a las instituciones de un país "abierto y tolerante" que se caracteriza por su "respeto a la diversidad", al tiempo que ha agradecido el amor y la lealtad a España que caracteriza al pueblo sefardí.
Ha puesto en valor el esfuerzo hecho por muchas ciudades para recuperar su patrimonio y herencia judía, y ha señalado como "símbolo de la lucha contra el antisemitismo" el cambio de nombre realizado en 2014 por el pueblo Castrillo de Matajudíos (Burgos), hoy Castrillo Mota de Judíos.
Pero sobre todo el Rey ha hecho una mención especial a la promulgación en 2015 de la Ley para la concesión de la nacionalidad española a los descendientes de los judíos sefardíes, que ha nacionalizado a más de 4.500 personas hasta la fecha.
"Se trata de un mensaje de cordialidad al mundo judío que contó además con el respaldo unánime de los grupos parlamentarios en ambas cámaras" , ha subrayado.
Pero el Rey también ha valorado los esfuerzos legislativos emprendidos en España para que la Memoria del Holocausto forme parte de las enseñanzas que se imparten en los colegios y no ha olvidado tener un cariñoso recuerdo con uno de los pocos supervivientes del Holocausto que viven en España y que ha fallecido hace apenas unos días, Joseph Bohrer, de origen húngaro.
MEDIDAS EXTRAORDINARIAS
En su laudatio, el presidente de la Conferencia Europea de Rabinos ha reconocido las "medidas extraordinarias" adoptadas por España para que los judíos sean bienvenidos en este país justo en unos tiempos en los que el antisemitismo y las fuerzas de la extrema derecha están en auge.
Goldsmith, que en 2014 reclamó a España que pidiera perdón por la expulsión de los judíos en 1492, hoy ha puesto en valor las palabras del exministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón reconociendo que esa expulsión había sido un "error histórico".
Y ha subrayado la relevancia de que el Rey presida el acto anual en recuerdo de la Shoa, pues envía el mensaje firme de que "la intolerancia nunca debe tolerarse de nuevo".
La Conferencia Europea de Rabinos se creó en 1956 por los rabinos jefes de los principales países de Europa occidental para reconstruir las comunidades judías destruidas en el Holocausto. En la actualidad representa a más de 700 rabinos desde Londres a Vladivostok.
En los últimos años, han recibido el premio Lord Jakobovitz otros líderes europeos como la canciller alemana, Angela Merkel, o el exprimer ministro francés Manuel Valls.
En el acto también ha tomado la palabra el presidente de la Federación de Comunidades Europea en España, Isaac Querub, que ha reconocido que España es hoy "más que nunca un país orgulloso de su herencia judía".