Frigoríficos, botellas de plástico, colchones... Todo un vertedero de basura que ha ido a parar al cauce del río Guadarrama a su paso por Móstoles y Arroyomolinos. Vertidos incontrolados que se acumulan en sus aguas procedentes de los diversos asentamientos ilegales que se sitúan en la misma orilla del río, como el poblado de Las Sabinas y el de la ribera de San Pedro. Los colectivos ecologistas llevan meses denunciando esta situación, que a pesar de las acciones de limpieza realizadas por la Confederación Hidrográfica del Tajo en junio de este año, siguen produciéndose.