El Grupo Municipal Socialista quiere que se instalen al menos 300 nuevas fuentes de agua potable en la capital teniendo en cuenta que han desaparecido unas 2.000 en los últimos 35 años.
El concejal socialista de Medio Ambiente, Chema Dávila, ha detallado en un comunicado que en los años 80 había 4.000 fuentes de este tipo en calles y en parques, mientras que actualmente no hay más que 2.000, de las que sólo 536 están instaladas en la vía pública.
"El Gobierno municipal anterior se comprometió hace cuatro años a afrontar este problema e instalar nuevas fuentes en Madrid pero no lo hizo", ha recordado.
Dávila ha argumentado que "la escasez de fuentes y su pésimo mantenimiento hace que los transeúntes y los turistas lo tengan muy difícil para beber en la calle y tengan que recurrir a comprar agua en bares o supermercados".
La situación en el distrito Centro es especialmente preocupante ya que sólo tiene 27 fuentes en vía pública para una población que supera las 800.000 personas durante los fines de semana del verano, "lo que supone una fuente en cada 4 kilómetros".
"El Ayuntamiento de Madrid incumple su propia Ordenanza de Gestión y Uso Eficiente del Agua, que en su artículo 14 dice que cualquier zona frecuentada por el público debe disponer de un número adecuado de fuentes de agua potable", ha añadido.
A eso ha sumado que el mantenimiento de las fuentes de agua potable es "muy deficitario", como lo demuestra que el 30 por ciento de las 2.000 fuentes de agua potable de la ciudad están "averiadas, destrozadas por actos vandálicos o fuera de servicio".
"Este deterioro se ha agravado desde que hace dos años entró en vigor el contrato integral de limpieza, zonas verdes e hidrantes, que supuso importantes recortes en el presupuesto de mantenimiento de estas fuentes", ha remarcado el concejal.
Así se pueden ver fuentes sin caño, rejillas obturadas, grifos arrancados y otras averías que "no se reparan nunca a pesar de que el contrato integral de mantenimiento obliga a las empresas a arreglar el cien por cien de las averías en un plazo máximo de 48 horas a partir del aviso".
Tampoco han instalado las 149 fuentes de agua potable adicionales que prescribía el contrato integral, "sin que el Ayuntamiento haya impuesto sanciones ni haya hecho nada para exigir su puesta en marcha".
Dávila ha destacado, por otro lado, que el Ayuntamiento de Madrid incumple la cláusula 4 del convenio con el Canal de Isabel II del año 2005, que obliga al Consistorio a sustituir las fuentes públicas por otras de bajo consumo y cuyo funcionamiento se haga a demanda del usuario.
"Esta sustitución no se ha producido en todas las fuentes, por lo que el gasto de agua de muchas de estas instalaciones en injustificadamente excesivo", ha expuesto.
Chema Dávila también ha pedido que se instalen en las fuentes de chorro permanente de agua no potable carteles en español y en inglés que avisen a los transeúntes de que ese agua no se puede beber.
"Actualmente hay fuentes instaladas en zonas tan emblemáticas como el Puente de Toledo, la Plaza de la Cruz Verde o la Plaza de Pontejos que sólo avisan de que el agua no es potable en español, cuando transitan por sus alrededores muchos turistas que pueden no comprender el aviso, beber agua e intoxicarse", ha concluido.