El número de pisos turísticos en Madrid se ha reducido un 15,7% desde que el Ayuntamiento aprobara el Plan Reside el pasado agosto. Así lo asegura el Consistorio en una nota de prensa en la que detalla que, de acuerdo con los datos recopilados por Airbnb y la Agencia de Actividades (ADA), la cifra ha pasado de 19.959 alojamientos en julio a 14.297 a fecha de 7 de noviembre, lo que supone 2.662 viviendas menos.
El Ayuntamiento considera que estos datos confirman una “tendencia a la baja” en la oferta de alojamientos turísticos, reflejada también en el portal Inside Airbnb, y los vincula directamente con la aplicación del Plan Resaide, que endurece los requisitos para operar pisos turísticos en la capital.
Hoy el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, ha afirmado que el cierre de pisos turísticos ilegales en la capital "se va a intensificar" y ha insistido en que el Consistorio no está "persiguiendo" la vivienda de uso turístico, sino "las que son ilegales".
En este sentido, ha destacado algunas medidas de la estrategia municipal como "el endurecimiento del régimen sancionador", que puede llegar hasta los 190. 000 euros por un inmueble ilegal de este tipo.
Al hilo, también ha destacado a los agentes de fincas, a los que se ha enviado una carta "para que tengan un cauce de comunicación y denuncia con el Ayuntamiento" en la persecución de esta actividad.
Qué es el Plan Reside
El Plan Especial de Regulación de los Usos del Suelo para el Alojamiento Turístico (Plan Reside), aprobado definitivamente en agosto de 2024, tiene como objetivo ordenar la proliferación de pisos turísticos y proteger el uso residencial en los barrios más tensionados por el auge del turismo.
La norma no prohíbe este tipo de alojamientos, pero sí establece limitaciones urbanísticas y técnicas más estrictas. Entre ellas, la obligación de obtener licencias específicas, respetar condiciones de accesibilidad y seguridad, y mantener una proporción equilibrada entre viviendas residenciales y turísticas en cada zona.
Además, refuerza la capacidad inspectora de la Agencia de Actividades (ADA) y endurece las sanciones frente a la oferta irregular.
Efectos y reacciones
Desde su entrada en vigor, el Ayuntamiento asegura haber constatado una disminución sostenida de las viviendas destinadas a uso turístico, especialmente en los distritos Centro, Chamberí, Salamanca y Tetuán, donde se concentra la mayor parte de la oferta.
Las asociaciones vecinales confían en que el plan ayude a aliviar la presión sobre el alquiler y a recuperar vivienda asequible. Por su parte, los propietarios y plataformas del sector consideran que las restricciones “excesivas” pueden afectar a la competitividad turística de Madrid frente a otras capitales europeas.
El sector hotelero, en cambio, valora la medida positivamente y la interpreta como un paso hacia una competencia “más equilibrada y transparente”.
Hacia un modelo más sostenible
El Ayuntamiento prevé evaluar el impacto completo del Plan Reside en 2026, con la posibilidad de ajustar los criterios de concesión de licencias según los resultados.
El reto, según fuentes municipales, es mantener el equilibrio entre el derecho a la vivienda y la actividad turística, en una ciudad donde el turismo representa cerca del 7% del PIB y continúa siendo uno de los motores de su economía urbana.