Desarticulado en Madrid la banda de aluniceros del Samuelillo por 50 asaltos y una tentativa de homicidio

  • Entre ellos se encuentra Menasalvas, de la banda del Goyito
  • Actuaban en Madrid, Toledo y Cáceres
Agentes de la Policía Nacional
Agentes de la Policía Nacional |EUROPA PRESS

Agentes de la Policía Nacional han desarticulado un grupo criminal de aluniceros por 50 asaltos y una tentativa de homicidio en una peluquería.

Se trata de un grupo criminal itinerante integrado por cinco conocidos aluniceros de entre 24 y 33 años que se dedicaban a robos con fuerza utilizando vehículos de alta gama previamente sustraídos y que fueron detenidos el pasado mes de mayo.

Entre ellos se encuentra Samuelillo que cuenta con 110 antecedentes y que ha ingresado en prisión, así como Menasalvas, de la banda del Goyito.

El arresto del Samuelillo tuvo lugar cuando conducía un coche de gran potencia con el que arremetió en varias ocasiones contra los vehículos policiales, a los que provocó numerosos daños. Después de intentar abrirse paso y darse a la fuga, fue detenido causando lesiones a varios agentes.

La Policía Nacional puso el foco en la banda a principios de enero cuando cometieron dos robos por el método del alunizaje en centros comerciales de Madrid utilizando para ello vehículos sustraídos de alta gama.

Los investigadores comprobaron además que dos de ellos estaban implicados en la tentativa de homicidio ocurrida el pasado mes de abril, en la que un ciudadano recibió un disparo en la pierna mientras se cortaba el pelo en el distrito de Villaverde por un asunto de celos.

Al parecer, de forma previa, el herido había escrito a la novia de uno de los aluniceros por Instagram piropeándola. Al enterarse, varios de los miembros de la banda acudieron a la peluquería con la intención de matarlo.

Los agentes han realizado dos entradas y registros donde se han intervenido de 35 vehículos, la ropa utilizada en los robos y un cartucho idéntico al utilizado en el disparo.

'Modus operandi'

Los miembros de la banda sustraían coches de gran potencia a los que cambiaban las placas de matrícula por otras duplicadas de vehículos de la misma marca y modelo para dificultar así la investigación o para venderlos en el mercado ilegal.

Una vez que cometían los robos, volvían a instalar las placas originales logrando así que su identificación fuese muy laboriosa.

Además, adoptaban numerosas medidas de seguridad como ocultar el rostro, utilizar guantes o no pernoctar más de dos noches en la misma vivienda, siendo casi todos los domicilios pisos ocupados.