Cientos de personas, incluyendo numerosos musulmanes, ciudadanos franceses y miembros de la comunidad judía, han acudido a dos concentraciones en la puerta del Sol y en la plaza de Atocha, en Madrid, para mostrar su repulsa a los atentados terroristas cometidos esta semana en Francia.
La capital madrileña ha acogido dos actos en rechazo de los atentados que se han cobrado la vida de 20 personas, el primero de ellos en la puerta del Sol, donde a mediodía un grupo de estudiantes franceses había convocado una movilización a través de las redes sociales.
Allí, unas 400 personas, la mayoría de nacionalidad gala pero también miembros de una asociación judía, han mostrado los ya conocidos carteles de Je suis Charlie (Yo soy Charlie), en referencia al semanario satírico Charlie Hebdo, en el que murieron 12 personas acribilladas por dos supuestos yihadistas.
Algunos de ellos han acudido luego a la concentración convocada a las 13.30 horas en Atocha por la Fundación Cultura Árabe (Funca), que ha contado con la asistencia de un nutrido grupo de musulmanes y varios de sus imanes.
En el acto, que se ha celebrado frente al monumento a las víctimas del 11M y ha acabado con un aplauso, se han podido leer numerosos carteles con una palabra, "NO", y otros con frases como "Ni yihad, ni cruzadas. Respeto, por justa paz", "No matarás vale para todos", "Islam=paz" y "No en mi nombre".
Estaba encabezada por varios imanes con un cartel en el que se leía el texto "Unidos contra el terrorismo", adornado con varias palomas de la paz.
Entre ellos se encontraba Moustapha Rahmouni, responsable religioso del Consulado de Marruecos, que, como líder espiritual, ha mostrado su rechazo al radicalismo de los terroristas.
"Ya basta, queremos vivir en paz", ha dicho Rahmouni a los medios de comunicación y ha aclarado que los yihadistas realizan una interpretación errónea del islam, ya que esta religión no apoya ni al terrorismo ni al radicalismo, y nunca exige "matar a personas".
Su labor, ha explicado, consiste en comunicar este mensaje para "acabar con esta barbaridad", aunque ha reconocido que no es fácil, porque estos radicales han estudiado "con otros líderes" y consideran "enemigos" a imanes como Rahmouni.
El trabajo de estos imanes y su iniciativa de acordar en el pasado rezo del viernes una repulsa común al terrorismo es clave, según ha dicho el presidente de Funcas, Said Ida Hassan, para acabar con estas matanzas.
Hassan ha explicado que la concentración de Atocha surgió espontáneamente de varias mezquitas madrileñas que "quieren transmitir un mensaje claro: vivimos en una sociedad que rechaza la violencia, el terror y el radicalismo".
"Tenemos que estar todos unidos y decir que lo que se ha cometido en Francia se llama terrorismo. No se pueden cometer crímenes en nombre de la religión; el islam es una religión de paz", ha indicado.
El mensaje de que el islam significa paz se repetía profusamente en los carteles de la concentración, que ha contado con un grupo de musulmanas nacidas en España, como Chaimae Boudadi, estudiante universitaria de 22 años que ha tildado de "vil" y "ruin" el atentado de París contra la revista, aunque ha precisado que no está de acuerdo con sus viñetas.
"No nos criminalicéis, no nos metáis en el mismo saco, el islam es paz y no me voy a cansar de repetirlo", ha asegurado Boudadi tras denunciar que algunas mezquitas madrileñas han amanecido con pintadas de "Islam fuera de Europa".
'MADRID EST CHARLIE'
Varios ciudadanos franceses, armados con lápices y carteles de "Madrid est Charlie" y "Je suis Charlie", han arropado a los musulmanes concentrados después de acudir al acto de la puerta del Sol y han destacado la importancia de que el mundo árabe diga no a estas acciones.
Es el caso de Julien Masnada, quien ha considerado que "los musulmanes moderados son también víctimas de estos atentados".
Este residente en España desde hace años ha mostrado su preocupación por lo que está sucediendo con el terrorismo yihadista, contra el que los ciudadanos solo pueden luchar, ha opinado, con concentraciones como la de hoy.
En la misma línea, su amiga y compatriota Alison Le Garec ha apelado al sentido común: "No hay que mezclar, los que hicieron estos actos fueron unos extremistas, unos locos, pero somos muy conscientes de que no todos los musulmanes son como ellos", ha dicho.
Esta normanda ha explicado que la sociedad francesa lleva "en 'shock'" varios días. "Todos -ha añadido- lo hemos vivido muy mal y ha sido un golpe muy duro a toda Francia, a la libertad de prensa, también a los musulmanes, a los judíos y a todas esa familias que están sufriendo ahora