El Arzobispado de Madrid ha comunicado verbalmente al Ayuntamiento y a los investigadores que autoriza la búsqueda de Miguel de Cervantes en la iglesia madrileña de las Trinitarias, donde se cree que fue enterrado, motivo por el cual se ha convocado una reunión para este viernes con el concejal delegado de las Artes, Pedro Corral.
Según han informado a Efe fuentes cercanas al proyecto, la iglesia madrileña tomó la decisión la semana pasada aunque aún no ha entregado el informe que supondría salvar un escollo más en la tarea de localizar los restos del escritor.
Ahora falta que la comunidad de religiosas que vive junto a la iglesia de las Trinitarias muestre también de manera formal su conformidad a que siga la segunda fase del proyecto, tras lo cual se solicitará el permiso a la Comunidad de Madrid, que ya ha pedido a los investigadores más garantías de que no dañarán el templo, considerado bien de interés cultural (BIC).
Preguntado por esta cuestión, el historiador y responsable del proyecto Fernando de Prados ha dicho a Efe que se ha salvado una traba más pero que el camino para buscar a Cervantes está resultando "más complejo" de lo que en un principio cabía esperar de un proyecto tan ilusionante como la recuperación de los restos de un "personaje de interés nacional".
El Ayuntamiento, que aún no ha pagado a los investigadores por los trabajos de la primera fase, asegura que se han asignado 50.000 euros para continuar con la siguiente fase, que consistirá en buscar en una cripta de unos 30 nichos, un lugar donde se podría trabajar sin demasiado intrusismo (es de fácil acceso y gran tamaño) y donde, además, sería "lógico" que estén los restos del autor de El Quijote si en alguna de las modificaciones de la iglesia se trasladaron de lugar.
Habrá que recuperar restos óseos (y es probable que estén muy disgregados) y analizarlos para ver si alguno corresponde con los del escritor, que fue enterrado junto a su esposa Catalina Salazar con un modesto hábito de la orden terciaria y sin objetos personales o adornos.
Son muchos los que confían en que la búsqueda pueda retomarse cuanto antes, en unos meses, porque la idea era hacer coincidir el hallazgo con dos aniversarios muy próximos: el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de "El Quijote", en 2015, y los 400 años de su muerte, en 2016.