Al menos veinte personas murieron hoy en acciones de represalia de las fuerzas armadas sirias en diferentes localidades del país, informaron grupos de oposición y de defensa de los derechos humanos.
El mayor número de víctimas mortales se registró en la provincia meridional de Deraa, donde quince personas perdieron la vida en choques entre grupos de manifestantes y efectivos de los cuerpos de seguridad, aunque la cifra podría aumentar por la gravedad de los heridos, explicaron a Efe las fuentes.
También en Deraa, el Observatorio sirio de Derechos Humanos informó del fallecimiento de ocho personas -entre ellas dos niños- en la localidad de Gabagueb, cinco en Elheraq y una en Nawa.
Otra persona perdió la vida en Enjel (Deraa), donde los agentes abrieron fuego contra los opositores cerca de la mezquita de Al Omry, explicó por teléfono el portavoz de los opositores Comités de Coordinación Local, Omar Edelbe.
Los grupos de oposición testimoniaron, igualmente, las muertes de una persona en la zona meridional de Rif Damasco y dos en la central de Homs, donde calculan que unas 20.000 personas se concentraron hoy y lanzaron consignas contra el régimen.
El enésimo día de protesta fue bautizado como "el viernes de las buenas noticias de la victoria" por los grupos de oposición, que volvieron a instar a los sirios a manifestarse tras la oración comunitaria del mediodía para exigir la renuncia del presidente del país, Bachar al Asad.
Según los grupos de oposición, la convocatoria volvió a tener una respuesta masiva en localidades como Deir al Zur en el este del país, Idleb en el norte, la costera Latakia y en los barrios de Al Qabun y Al Qadam, en Damasco, pese al despliegue de las fuerzas de Seguridad.
Otro activista de los comités, Hozam Ibrahim, aseguró a Efe que las tropas intervinieron nuevamente en Deraa, Latakia, Idleb y Hama (esta última en el centro), lo que -según su versión- desmiente la retirada militar recientemente anunciada por el presidente Al Asad.
El citado Observatorio de Derechos Humanos denunció, además, que las fuerzas de Seguridad practicaron numerosas detenciones y trataron de impedir la salida de fieles de las mezquitas, dispersándolos con disparos.
Las movilizaciones contra la dictadura de la familia al Asad y las cruentas represalias del régimen se suceden desde el pasado mes de marzo y, de acuerdo con grupos de derechos humanos, han supuesto ya la muerte de al menos 1.859 civiles y 422 miembros de seguridad.