Al menos 22 personas, entre ellas ocho niños, murieron hoy por los disparos del Ejército y de las fuerzas de seguridad en varias ciudades de Siria, la mayoría en la provincia de Hama, según el grupo opositor Comités Locales de Coordinación.
La red de activistas indicó que este es un primer balance de víctimas y no descartó que la cifra final aumente. Por su parte, la Organización Nacional Siria de los Derechos Humanos (ONSDH) elevó a más de una treintena el número de muertos en todo el país.
En su página de Facebook, los Comités informaron de que en Hama (centro) y sus alrededores fallecieron once personas, cinco de ellas en la zona de Tibat al Imam, mientras que la ONSDH señaló que hay informaciones que apuntan a que sólo en esta provincia murieron al menos 25 personas.
En cuanto a Tibat al Imam, el grupo opositor indicó que los disparos de francotiradores causaron la muerte de cinco niños, pero sin especificar si los menores son las mismas cinco víctimas de las que informaron previamente.
De los otros seis fallecidos identificados por los Comités en la provincia de Hama, dos perdieron la vida en la capital, dos en la zona de Halfaya y otras dos en Soran.
Esta represión coincide con el anuncio de las autoridades sirias de que, según la agencia oficial de noticias SANA, las unidades del Ejército que se encargaban de "proteger a los habitantes" en la ciudad de Hama, se retiraron de allí después de haber perseguido a miembros de grupos terroristas y haber detenido a algunos de ellos.
Hama -que ya fue masacrada por el Ejército en 1982 para reprimir un levantamiento islamista en una operación que se saldó con entre 10.000 y 40.000 muertos- es uno de los objetivos principales de esta nueva oleada represora lanzada la víspera del inicio del mes sagrado musulmán de ramadán.
Además, tres personas murieron en varias zonas de la provincia de Idleb (norte), dos en la localidad de Irbin (provincia de Rif Damasco, en el este), tres en Deir al Zur (noreste), dos en Hula (provincia de Homs) y uno en Homs (centro).
Debido al bloqueo que el régimen sirio ha impuesto a los medios de comunicación internacionales, resulta muy complicado verificar de forma independiente las informaciones sobre víctimas mortales que proporcionan los grupos de oposición.
Desde que estallaron las protestas políticas a mediados de marzo pasado en Siria, el régimen del presidente Bachar al Asad, que acusa a grupos terroristas de estar detrás de las manifestaciones, ha tratado de aplacarlas mediante la fuerza.
Por el momento, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos calcula que han fallecido al menos 1.700 civiles y 401 efectivos de las fuerzas de seguridad desde el inicio de la revuelta popular el pasado mes de marzo.
El presidente sirio, Bachar al Asad, aseguró hoy que su régimen no va a titubear en la persecución de los "terroristas" que tratan de desestabilizar el país, durante una reunión con el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu.
Al Asad justificó de esta forma la represión contra los civiles, al acusar de nuevo a grupos armados de estar detrás de las protestas contra su régimen, y a pesar de que Davutoglu le pidió que detenga las operaciones militares.
"Siria no titubeará en perseguir a los grupos terroristas armados para preservar la estabilidad de la patria y la seguridad de los ciudadanos", subrayó Al Asad, en declaraciones recogidas por la agencia oficial Sana.