Italia vive hoy una jornada de nerviosismo ante la decisión del Tribunal Supremo italiano que mañana puede ratificar la condena de cárcel e inhabilitación al ex primer ministro Silvio Berlusconi por el caso Mediaset y las consecuencias que ésta tendría para el futuro del Gobierno.
El Tribunal Supremo sorprendió hace unas semanas con su decisión de reunirse para deliberar el 30 de julio sobre la sentencia del caso Mediaset, y no en octubre como se creía, al explicar que en agosto habrían prescrito algunos de los delitos que se imputan a Berlusconi.
Por ello, si no hay aplazamientos, mañana se sabrá si Berlusconi, de 76 años, desaparece obligatoriamente de la escena pública, deja huérfano a su partido y pone en la cuerda floja al Gobierno de coalición liderado por Enrico Letta, del Partido Demócrata (PD).
El pasado 8 de mayo el Tribunal de Apelación de Milán condenó a Berlusconi a cuatro años de cárcel -rebajados a un año por la llamada ley del indulto- y a cinco de inhabilitación en el desempeño de cualquier cargo público, y confirmó la pena emitida en primera instancia. La posible condena no sólo supondrá que tendrá que cumplir un año en arresto domiciliario, ya que es mayor de 70 años, o si lo prefiere realizar durante este tiempo trabajos socialmente útiles, si no que significará su salida definitiva de la política.
Durante los cinco años de inhabilitación tendrá que dejar el Parlamento, no podrá presentarse a las elecciones, liderar un partido o participar en mítines, y además perderá todos los títulos y condecoraciones como la de "Cavaliere del trabajo". Pero además su condena puede pesar sobre la suerte del actual Ejecutivo ya que su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL) forma parte del Gobierno de coalición nombrado en abril para sacar al país del callejón sin salida en el que estaba tras las ajustadas elecciones de febrero.
Berlusconi ha manifestado en varias ocasiones que su posible condena no supondrá la caída del Ejecutivo de Enrico Letta, pero el área dura del PDL no está de acuerdo. El diario "Il Giornale", de propiedad de la familia de Berlusconi, afirma hoy en su portada que si Berlusconi es condenado cerca de 200 parlamentarios preparan su dimisión.
La ministra de Agricultura y miembro del PDL, Nunzia De Girolamo, explicó hoy en el diario "Il Messaggero" que los ministros de su partido no presentarán sus dimisiones si Berlusconi es condenado, pero no garantizó que el resto de correligionarios del exmandatario "acepten en silencio". "Esperemos que no condenen a Berlusconi porque las consecuencias son imprevisibles. Ni las reacciones del PDL, ni las del PD", añadió De Girolamo.
LA PRENSA Y LOS PARTIDOS
La prensa italiana publica hoy cómo la condena de Berlusconi podría también causar divisiones en el PD, del que forma parte Enrico Letta, que se trasladarían en presiones al Ejecutivo.
Algunos miembros del PD han manifestado siempre su malestar ante la formación de un Gobierno con el enemigo histórico y ahora podrían rebelarse si se sigue con un partido que apoya a un condenado. No obstante la tensión que se vive en el país, la sentencia aún no está escrita pues mañana el Alto Tribunal podría decidir un aplazamiento de varios días o incluso a después del 15 de septiembre.
También el Tribunal Supremo puede absolver definitivamente a Berlusconi o indicar que vuelva a realizarse un nuevo juicio en apelación y en ese caso algunos de los delitos prescribirán. En caso de condena, debido a la inmunidad de la que gozan los parlamentarios, y Berlusconi es senador, el Parlamento tendrá que decidir con un voto secreto para dar su autorización a la efectividad de la sentencia.