El Gobierno israelí aprobó hoy acelerar la construcción de dos mil nuevas viviendas en Jerusalén Este y en los asentamientos judíos de Maalé Adumim y Gush Etzion, situados en el territorio ocupado de Cisjordania. La decisión fue adoptada en una reunión de los ocho ministros más relevantes del Ejecutivo, convocada por el primer ministro, Benjamin Natanyahu, para analizar la reciente decisión de la UNESCO de aceptar a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) como miembro de pleno derecho.
Tanto Israel como su mayor aliado, Estados Unidos, rechazaron la iniciativa de la referida agencia de la ONU. "Se trata de unas dos mil viviendas en zonas que en cualquier acuerdo futuro de paz quedarán en manos de Israel", argumentó la Oficina del Primer Ministro israelí a través de un comunicado en el que también advirtió que en una próxima reunión Israel adoptará "nuevas medidas" a esa decisión.
Medios locales apuntaban este martes que, a parte de la posible construcción de nuevas viviendas en los asentamientos judíos, el Gobierno de Netanyahu podría considerar la posibilidad de retener las tasas y aranceles que recauda Israel para traspasar a ANP, en virtud de los Acuerdos de Oslo. Otra de las medidas que podría estudiar Israel -de acuerdo a los medios- es la de retirar a los dirigentes palestinos sus pases exclusivos, que agilizan el cruce de fronteras y puestos militares de control.
Tras conocerse la decisión de la UNESCO, Israel ya anunció que se replantearía su cooperación con la organización, ya que en su opinión este paso perjudica las posibilidades de alcanzar la paz en la región.