El FBI ejecutó en Puerto Rico la mayor operación de su historia contra la corrupción policial relacionada con el tráfico de drogas con la detención de más de un centenar de agentes y funcionarios. Los detenidos en la operación incluyen a oficiales de la Policía de Puerto Rico, policías municipales, agentes del Departamento de Prisiones, miembros de la Guardia Nacional y ex oficiales de ley y orden, entre otros.
Las capturas son el resultado de la operación "Guard Shack", traducida al español como "La caseta del guardián", en la que intervinieron cerca de mil agentes del FBI (Oficina Federal de Investigaciones) llegados a la isla caribeña desde distintas jurisdicciones de Estados Unidos.
Los cargos contra los acusados incluyen conspiración para distribuir drogas, intento de distribuir estupefacientes y la utilización de armas de fuego durante la comisión de crímenes relacionados con el narcotráfico.
133 ACUSADOS
El gran jurado encargado del caso acusó a un total de 133 policías, funcionarios públicos, militares, ex oficiales del Ejército y civiles, de los que ya fueron arrestados 130 durante el transcurso del día.
El FBI espera proceder a los arrestos de los otros tres en las próximas horas. El secretario de Justicia estadounidense, Eric Holder, destacó en una conferencia de prensa en Washington que la operación es considerada la más importante ejecutada hasta el momento por el FBI por el número de detenidos, los agentes implicados y la logística que envolvió el operativo.
Holder aclaró que a pesar del tamaño de la operación y el nivel de corrupción detectado "la mayoría de los oficiales del orden público en Puerto Rico son honestos y trabajadores".
Por su parte, la jefa de la Fiscalía Federal en Puerto Rico, Rosa Emilia Rodríguez, afirmó que hoy es un día muy positivo para los comprometidos con la ley y el orden, ya que, dijo, "el narcotráfico ha invadido las oficinas de la Policía municipal y estatal en Puerto Rico"."Hago un llamamiento a los ciudadanos de Puerto Rico a que no guarden silencio. Hoy es un día de esperanza para el pueblo de Puerto Rico", indicó Rodríguez.
El jefe del FBI en Puerto Rico, Luis Fraticelli, explicó en conferencia de prensa en San Juan -paralela a la que ofreció Holder en Washington- que los pliegos de acusación son el resultado de las investigaciones llevadas a cabo entre julio de 2008 y septiembre de 2010.
PROTECCIÓN ARMADA A NARCOS
Los acusados proporcionaban, presuntamente, protección armada a narcotraficantes durante las operaciones de compra y venta de droga que tuvieron lugar durante ese periodo. El gobernador de Puerto Rico, Luis Fortuño, dijo que continuará la lucha contra la corrupción policial, tras señalar que los acusados utilizaron su uniforme para cometer crímenes.
Fortuño, que destacó la labor realizada por los agentes que participaron en el operativo, subrayó que la lucha contra la corrupción requiere colaboración estrecha entre las fuerzas de seguridad locales y las autoridades federales. "Debemos trabajar juntos para limpiar la casa", indicó Fortuño, que pidió que se estreche la colaboración entre la Policía local y las autoridades federales para combatir la corrupción.
El "modus operandi" que seguían los acusados consistía en registrar a los compradores de droga, proteger con armas de fuego a los traficantes y vigilar los alrededores de los lugares donde se llevaban a cabo los intercambios.
Los acusados además realizaban labores de inteligencia en relación a la presencia de la Policía en los alrededores de los lugares donde se producían los intercambios, trabajo por el que recibían pagos de entre 500 y 4.500 dólares.
Tres fiscales estatales están destacados en Puerto Rico en la Fiscalía federal para ayudar en la acusación de los detenidos.