El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido al presidente sirio, Bachar al Asad, que ponga fin al uso de la violencia contra la población civil, y le expresó su "gran preocupación" por el número de muertos en las protestas de los últimos días en el país árabe.
"En una conversación telefónica con el presidente Al Asad, el secretario general expresó su gran preocupación y la de la comunidad internacional por la creciente violencia y el número de muertos en Siria en los últimos días", informó hoy la oficina del portavoz de la ONU, Martin Neserki.
El máximo responsable de Naciones Unidas reiteró al mandatario sirio el "mensaje contundente" enviado esta semana por el Consejo de Seguridad y urgió nuevamente al presidente Al Asad a poner fin al uso de la fuerza militar en contra de la población civil de forma "inmediata".
El Consejo de Seguridad de la ONU rompió el pasado miércoles su silencio de varios meses sobre la violencia en Siria y condenó al régimen de Damasco a través de una declaración presidencial, un mecanismo que requiere de la unanimidad de todos los miembros del órgano.
Según el portavoz de Ban, durante la conversación telefónica de hoy el presidente sirio hizo referencia al alto número de bajas entre las fuerzas de seguridad y la policía, a lo que el secretario general le respondió que condena la violencia tanto contra la población civil como contra las fuerzas de seguridad. Ban también trasladó al presidente sirio que para que tengan "credibilidad" las reformas anunciadas por el régimen de Damasco debe poner fin de forma "inmediata" al uso de la fuerza y a las detenciones en masa, y volvió a recordar a Al Asad sus obligaciones bajo las leyes internacionales en materia de derechos humanos.
Asimismo, reiteró su llamamiento al régimen de Damasco para que acepte la visita al país árabe de misiones de agencias humanitarias internacionales y de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, un asunto que será discutido la próxima semana con el ministro de Asuntos Exteriores, Walid al Mualem.
Por último, el máximo responsable de la ONU subrayó durante la conversación telefónica con el presidente Al Asad la responsabilidad de las autoridades sirias de garantizar la seguridad tanto del personal de Naciones Unidas como de sus instalaciones repartidas por el país árabe.
La oposición siria denunció hoy que al menos 24 personas murieron la víspera en una nueva jornada de protestas en la que algunas de las víctimas fueron tiroteadas por las fuerzas de seguridad en las manifestaciones tras la oración del mediodía, principalmente en Arbin, Dumair y Homs.
Mientras, otros murieron por los disparos de artillería y ametralladoras pesadas durante las manifestaciones nocturnas en Homs, según los Comités de Coordinación Local, que destacaron que fue una respuesta a las protestas y un intento de detener la deserción de soldados que no quieren disparar contra su pueblo.
Por el momento, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos calcula que han fallecido al menos 1.653 civiles y 389 efectivos de las fuerzas de seguridad desde el inicio de la revuelta popular el pasado mes de marzo