El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aboga por que las ayudas públicas a los bancos viables que las necesitan para impulsar su base de capital no incurran en pérdidas a sus tenedores de deuda subordinada, según trasladó a la Comisión Europea en una carta.
Con fecha de 30 de julio y dirigida al comisario de Competencia de la Unión Europea, Joaquín Almunia, el presidente del BCE sostiene que imponer pérdidas a los acreedores de 'bonos junior' --deuda no garantizada-- que se ven involucrados en "recapitalizaciones de precaución" podría afectar a los bonos de bancos subordinados.
Draghi advierte en la carta de que, "al perjudicar estructuralmente al mercado de deuda subordinada, podría producirse una fuga de inversores fuera del mercado bancario europeo". Esto "podría dañar más el financiamiento de los bancos a futuro", señala Draghi en la misiva obtenida por Reuters.
Desde la Comisión Europea, un portavoz ha aclarado vía correo electrónico que "las directrices revisadas también prevén excepciones que deberían ser aplicables por motivos de estabilidad financiera y viendo caso por caso".
Las regulación sobre las ayudas estatales a los bancos con problemas entraron en vigor en agosto después de que la Unión Europea acordara en julio que se transfiriera el peso de las ayudas de los contribuyentes a los accionistas y tenedores de la deuda subordinada, los últimos en recibir de vuelta la cuantía invertida en caso de insolvencia.
En este sentido, Draghi puntualiza que la carga compartida entre accionistas y bonistas junior sería necesaria en caso de que el banco estuviera al borde de la quiebra o su capital haya caído por debajo del umbral mínimo contemplado.
CASOS BARAJADOS POR DRAGHI
No obstante, si un banco es viable pero su nivel de capital es inferior a este mínimo marcado por las nuevas leyes europeas, el órgano supervisor pertinente tendría que obtener fondos adicionales.
En este supuesto, el BCE sostiene que el banco tendría que recibir ayudas estatales siempre y cuando no pudiera recabar dichos fondos de los mercados con la celeridad requerida, y dichas ayudas, en este caso, no tendrían que recaer en primera instancia sobre los tenedores de deuda subordinada.
Para que esto se cumpla, Draghi propone incentivar que el banco recurra a los mercados para suplir ese agujero de capital, en detrimento de aceptar las ayudas públicas, según destaca en la misiva.
La Comisión Europea ha trabajo estrechamente con el BCE desde que recibió la carta de Draghi y entró en vigor la nueva regulación europea "a fin de identificar de antemano cualquier potencial reto y solución en la aplicación de las reglas de la carga compartida" entre los accionistas y tenedores de deuda, según su portavoz.
Por su parte, el BCE ha explicado este sábado que, en estos supuestos, se incluyen aquellos bancos que, en base a sus balances, pueden ser catalogados como entidades viables pero que requieren un incremento del capital en virtud de las pruebas de resistencia o 'stress tests'.