La Comisión Europea ha denunciado que el recorte de salarios que se ha producido en España durante la crisis ha sido "lento, ineficaz e injusto", ya que ha perjudicado especialmente a los trabajadores temporales en beneficio de los fijos. El Ejecutivo comunitario ha vuelto a reclamar al Gobierno de Mariano Rajoy una reforma laboral que reduzca las diferencias entre los contratos indefinidos y temporales.
"Estos resultados exigen una reforma de la legislación del mercado laboral que reduzca la diferencia entre los trabajadores fijos y los temporales y facilite la capacidad de respuesta de los salarios también en el caso de los trabajadores fijos", destaca un informe publicado por el departamento de Asuntos Económicos de la Comisión.
Entre 2008 y 2013, la crisis económica y financiera se saldó con la destrucción de casi 3,5 millones de puestos de trabajo, cifra que representa una caída del empleo del 16%. Además, los salarios reales agregados cayeron alrededor del 4,5%, según destaca el estudio.
Sin embargo, el Ejecutivo comunitario alerta de que estas cifra agregadas esconden importantes diferencias entre el impacto en los trabajadores fijos y los temporales. "El proceso de ajuste salarial en España, que empezó en serio sólo en 2010, ha sido lento e ineficaz y ha golpeado a los trabajadores temporales de forma desproporcionadamente dura", resalta el estudio.
Así, el tamaño del ajuste salarial ha sido "tres veces más grande para los trabajadores temporales que para los fijos". "Esto no es sorprendente considerando la posibilidad de renegociar los salarios cuando expiran los contratos fijos. También sugiere que los trabajadores temporales han sido penalizados dos veces: quedando expuestos a un mayor riesgo de despido y sujetos a un ajuste (salarial) más fuerte", apunta Bruselas.
La Comisión Europea denuncia además que "el relativamente elevado grado de protección en el empleo que la legislación española concede a los trabajadores con contratos indefinidos" distorsionó las decisiones de las empresas sobre despidos.
"Como las decisiones de las empresas sobre despidos están afectadas por los costes, es posible que factores que no tienen nada que ver con el rendimiento, como la antigüedad, hayan influido en las decisiones de las compañías sobre a cuáles de sus trabajadores fijos debían despedir", resalta el estudio.
"Al mismo tiempo, entre los trabajadores temporales, prevaleció la racionalidad económica y los empresarios pudieron retener a la fuerza laboral más productiva", señala el Ejecutivo comunitario. El resultado es que la mejora en la calidad media de la fuerza laboral "ha sido el doble de importante" en el caso de los trabajadores temporales que en el de los fijos.
"Considerándolo todo, estos resultados respaldan la evidencia de que la elevada dualidad en el mercado laboral puede conducir a un proceso de ajuste lento e ineficiente, que penaliza de manera desproporcionada a los trabajadores temporales", concluye el informe.