El Festival de Tribeca ya ha plegado las velas de su 14 edición, en la que los premios han sido para el cine del norte de Europa, las mayores colas para George Lucas y las mejores críticas para documentales como The Wolfpack.
Estas son los diez momentos importantes que ha dejado el festival.
1. GEORGE LUCAS
No sorprendió a nadie que el gurú de Star Wars generara el acto más masivo de esta edición. No desveló gran cosa sobre el Episodio VII, más allá de que está muy contento de haber pasado el relevo a J.J. Abrams, pero hizo toda una demostración de su capacidad para seguir siendo una persona normal, todavía algo "nerd", a pesar de ser uno de los hombres más ricos de Hollywood.
2. ¿PREMIOS? ¿QUE PREMIOS?
El Festival de Tribeca juega al despiste con su palmarés. Para empezar los entrega dos días antes de que se clausure el festival, sin darles demasiado bombo. Y para seguir, raras veces hace concesiones a los grandes nombres. Esta vez, tres cintas nórdicas, Virgin Mountain, Bergaten y el documental Democrats se repartieron los galardones.
3. MIRANDO AL FUTURO...
La tecnología y su influencia sobre la narrativa audiovisual ha sido siempre un factor que Tribeca tiene en cuenta, pero este año ha presentado el Interactive Playground, donde se han vivido alguno de los momentos más divertidos del certamen, a través de la realidad virtual y los vídeojuegos, y también algunas de las narrativas más punzantes, a través del periodismo inmersivo.
4. Y AL PASADO
Los homenajes al genio del cine mudo Buster Keaton (con un DJ acompañando la proyección), al legendario Frank Sinatra (con un concierto con Tonny Bennett) o a los Monty Python (con ellos mismos) han sido de lo más cotizado de esta edición, cerrada no en vano con la celebración del cuarto de siglo de Godfellas, clásico del cofundador de Tribeca, Robert De Niro.
5. ALFOMBRA ROJA DISCRETA
Nadie espera de Tribeca grandes desfiles de estrellas, pero este año no se pudo quejar: Richard Gere, Glenn Close, Keira Knightley o un Arnold Schwarzenagger con ganas de reivindicarse como actor han sido algunas de las presencias que más flashes se han llevado, dentro de que el glamour no es la gran apuesta del festival.
6. EL PÚBLICO, PROTAGONISTA
Tribeca nació como un festival para Nueva York y los neoyorquinos siguen siendo su principal objetivo, convirtiéndose en protagonistas de esta cita cinematográfica. No es de extrañar que en muchos casos las conversaciones en la ciudad empiecen por ¿Qué película de Tribeca vemos hoy?
7. CINE LATINO EN PLENA FORMA
Aunque el palmarés ninguneó las producciones latinas, el New York Times abrió el festival poniendo el foco en Viaje, de la costarricense Paz Fábrega, como la mejor película de toda la competición.
El argentino Adrián Biniez con El cinco y dos producciones mexicanas de alto voltaje como Scherzo Diabólico (por gore) y Lucifer (por filosófica) también han dado dignidad al cine en español, que también tuvo documentales como Havana Motor Club o Cartel Land.
8. PRESENCIA DOCUMENTAL
Las relaciones sentimentales entre autistas en Autism in Love, la historia de la primera bailarina negra en tener un papel protagonista en el American Ballet en "A Ballerina's Tale", o el primer documental autorizado sobre la vida de Kurt Cobain en Kurt Cobain: Montage of Heck son algunas de las propuestas documentales que han pasado por Tribeca.
9. REALIDADES QUE SUPERAN A LA FICCIÓN
Y entre esas apuestas documentales, algunas donde la realidad supera a la ficción, como The Wolfpack. La cinta, una de las más valoradas por la crítica, narra la historia de los hermanos Angulo, seis jóvenes criados prácticamente sin salir de su pequeño apartamento del Lower East Side neoyorquino y que dan rienda suelta a su creatividad recreando películas de Tarantino, Lynch o Nolan.
10. ¿MIRANDO AL OSCAR?
De Tribeca no suelen salir ganadores del Oscar, pero esta vez una actriz, la veterana Lily Tomlin, ha empezado ya su campaña gracias a las excelentes críticas cosechadas por un vehículo (literalmente, pues es una road movie) para su lucimiento: Grandma. Sería su segunda nominación tras Nashville, en 1975.