Pinilla del Valle: la joya prehistórica que Madrid esconde en la Sierra Norte
Un destino que combina pasado, paisaje y buena mesa. ¿Te lo vas a perder?
Vista de Pinilla del Valle |COMUNIDAD DE MADRID
REDACCIÓN
En pleno corazón de la Sierra de Guadarrama, entre altas cumbres y suaves laderas, se esconde Pinilla del Valle. Con apenas 190 habitantes, esta pequeña localidad alberga uno de los enclaves más curiosos de la región: el Valle de los Neandertales, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por la Comunidad de Madrid.
Hace casi 50 años, en 1979, se localizó el primer yacimiento: la Cueva del Camino, donde se hallaron los primeros molares pertenecientes al Homo neanderthalensis, que habitó Europa durante el Paleolítico Medio - entre el 100.000 y el 35.000 a.C.-.
Décadas más tarde, en 2007 y de nuevo en 2023, se repitió el hallazgo, aunque con una diferencia significativa: los restos más recientes pertenecen a una especie anterior, aún no identificada.
Sin embargo, no todos los vestigios aparecieron en la Cueva del Camino. Entre 2002 y 2003 se descubrieron también el Abrigo de Navalmayillo y la Cueva de Buena Pinta. Ambos espacios, al igual que el primer yacimiento arqueológico encontrado, forman un conjunto de antiguas galerías rellenas de sedimentos fosilíferos, utilizadas como guarida de hienas durante el Pleistoceno.
Próximamente, el municipio contará con un Museo-Centro de Estudios dedicado al Valle de los Neandertales, que ampliará la oferta de recursos interpretativos y culturales, reforzando su atractivo como destino de turismo arqueológico.
Vista aérea del yacimiento |EQUIPO DE INVESTIGACIÓN DE PINILLA DEL VALLE (EIPV) / COMUNIDAD DE MADRID
Naturaleza y oficios
Pinilla del Valle no solo ofrece un viaje al pasado, sino que también invita a disfrutar de un entorno privilegiado, al estar situada en una de las comarcas turísticas de la región: la Sierra Norte.
La iglesia de San Miguel, la ermita de la Concepción o el puente del Perón son algunos de los enclaves que se pueden visitar en la localidad, donde, además, comienza la llamada Ruta de los Oficios.
Con una duración aproximada de seis kilómetros, esta ruta circular cuenta con distintos paneles informativos que no solo indican el camino e información sobre el paisaje, sino que también permiten conocer antiguos oficios como el de herrero, calero, molinero o carbonero.
Si eres amante de la naturaleza y la historia, pasar el día en Pinilla del Valle es un plan diferente... y a un paso de la capital. Además, restaurantes como La Terraza La Cañada o El Corralón permiten disfrutar de las vistas mientras se saborea una cuidada oferta gastronómica.
Un destino que combina pasado, paisaje y buena mesa. ¿Te lo vas a perder?