El babybasket volvió a las canchas madrileñas 13 meses después

Partido de babybasket
Partido de babybasket |@FBMADRID

Trece meses después, las jornadas de babybasket, la actividad de la Federación de Baloncesto de Madrid para los más jóvenes, está de vuelta. Este domingo también habrá babybasket en Pinto y el colegio Nuestra Señora de Buen Consejo.

El último fin de semana de abril, en Alcorcón y los colegios Ábaco, Nile e Irlandesas... Las canchas vuelven a llenarse con la ilusión de niños en edad prebenjamín que disputan partidos sin marcador ni actas, con el único objetivo de disfrutar del deporte.

El instituto Veritas abrió la temporada de babybasket con una jornada que se disputó al aire libre, lo que permitió la presencia de familiares. Tres partidos de media hora, entre Veritas, Acrola Aravaca Basket, Rivas Parque Sureste y Parque Cataluña, que se hicieron cortos. Los niños querían más.

"Ahora nos vamos a comer y volvemos, ¿no?", decía una jugadora de Rivas cuando estaba a punto de acabar el último partido.

Había ganas, muchas ganas. "Es su primer partido. Esta semana estaban más contentos e ilusionados que nunca. Incluso creo que me han hecho más caso en los entrenamientos. El babybasket es lo mejor que puede pasarles a los peques para tomar contacto con el baloncesto antes de empezar a competir", señaló Javier Arribas, entrenador del Acrola Aravaca Basket.

Esther Pajuelo, entrenadora del Rivas Parque Sureste, coincidía: "Nos enteramos de que veníamos hace dos semanas y desde entonces están un poco nerviosos porque es la primera vez que juegan un partido con otros niños. Están muy contentos y muy ilusionados".

Para ella también era el primer babybasket: "He jugado [Femenino Alcorcón, Pozuelo, Getafe, Alcobendas...] pero nunca había estado. Me parece una gran idea, así pueden jugar y divertirse. Eso es lo importante, que se diviertan". Y lo hicieron...

Cuatro equipos, medio centenar de niños y niñas, familiares en las gradas... y muchas historias detrás. Marta Merlo, madre de Nicolás, agradeció el "enorme esfuerzo que están haciendo en el colegio para mantener la actividad.

Este babybasket es un valor añadido. Tener un encuentro fuera del entrenamiento con otros coles, que puedan compartir la inquietud por el baloncesto y pasarlo bien es algo fantástico". ¿Había nervios? "Llevan preparándolo un par de semanas. Nosotros trabajamos los fines de semana porque somos sanitarios y su objetivo era que, al menos, uno de nosotros pudiéramos estar para verle porque era un momento especial".

Su padre no pudo estar, pero sí sus abuelos, con quienes Nicolás y su hermana pasaron los meses de confinamiento. Habrá más momentos para estar todos juntos. "Ahora mismo no repetiría, pero otro día sí, seguro. He podido jugar contra otros equipos y ha sido un día muy divertido", afirmó el niño.