Tres años después de reinar por última vez, Rafa Nadal volvió a ganar el Barcelona Open Banc Sabadell-Trofeo Conde de Godó, al derrotar en la final (6-4 y 7-5) al japonés Kei Nishikori, quien le había relevado en el palmarés del torneo las dos últimas ediciones.
Como hace una semana en Montecarlo, Nadal reconquistó un territorio que ya había conquistado ocho veces, para demostrarse así mismo que, a sus 29 años, todavía puede recuperar el nivel que le convirtió el rey de la tierra batida durante casi una década.
NOVENA CORONA
Con su novena corona en Barcelona, el balear no solo se dio otro baño de autoestima sino que igualó el récord del argentino Guillermo Vilas, hasta hoy el tenista que más títulos (49) había ganado sobre arcilla en la historia de este deporte.
Nadal volvía a ser finalista en Barcelona tras derrotar a dos compatriotas, Marcel Granollers y Albert Montañés, y a dos cabezas de serie, el italiano Fabio Fognini (12) y el alemán Philipp Kohlschreiber (10). Por su parte, el nipón había eliminado al neerlandés Thiemo de Bakker, al francés Jeremy Chardy (13), al ucraniano Alexandr Dolgopolov (11) y al también francés Benoit Paire (6), quien en semifinales duró poco más de una hora en pista.
Largos intercambios Era por tanto la final deseada para los organizadores del torneo, cuya pista central estaba a rebosar con unos 8.000 espectadores. Ninguno de ellos podría quejarse del precio de la entrada, a tenor de un partido intenso y con largos intercambios que abrían ángulo tras ángulo. La pelea estaba servida y ambos jugadores ya no dosificaban esfuerzos.
EL MEJOR NADAL
Fue el de Manacor quien rompió primero el servicio de su oponente en el cuarto juego (3-1), pero Nishikori se rehízo de inmediato y le devolvió el quiebre. Los pocos puntos de 'break' que se concedían no despertaron alarmas hasta la recta final de dicho primer set, con Nadal aprovechando su primer 'set ball' en el décimo juego (6-4).
Con ese primer parcial en su casillero, el manacorense se gustó a sí mismo y a los aficionados que vieron al japonés sufrir en el inicio de la segunda manga. Pese a ganar el primer juego al resto, Nishikori perdió sus dos siguientes saques y parecía que Nadal ponía la directa en el marcador (4-1).
Una breve reacción del asiático (4-4) se vio truncada por el europeo, quien de nuevo mostró rapidez en sus piernas para colocarse en virtud de su 'drive'. Nishikori era consciente del peligro de Nadal cuando éste resguardaba su revés, por lo que necesitó sudar mucho para mantener el ritmo del mallorquín.
El noveno juego, resuelto en favor del balear con una de sus escasas voleas en la red (5-4), fue el preludio de una pugna que se prolongó otros tres juegos. En la segunda oportunidad de cerrar el encuentro, el español consumó tal 'match point' gracias a una pelota estrellada en la red por Nishikori. Ahí se estamparon también las aspiraciones del nipón para repetir título. La alegría fue de Nadal y su novena sinfonía en Barcelona.