El base Ricky Rubio volvió a ser decisivo en el juego individual y de equipo de los Timberwolves de Minnesota a los que lideró a la victoria con un doble-doble, que también lo dejó como el mejor jugador español de la jornada de la NBA. Rubio impuso su clase en el duelo con el base Chri Paul y ayudó a los Timberwolves a vencer por 107-91 a Los Angeles Clippers, que les permite seguir en la lucha por estar en los playoffs.
El jugador de El Masnou disputó 33 minutos en los que aportó 15 puntos tras anotar 5 de 12 tiros de campo, incluido un triple de cinco intentos, y estuvo perfecto (4-4) desde la línea de personal. Rubio no tuvo rival a la hora de distribuir el juego y las 12 asistencias que dio también fueron claves a la hora de mantener eficaz el ataque balanceado de los Timberwolves.
También tuvo protagonismo en el juego interior al capturar seis rebotes, que fueron todos defensivos, recuperó dos balones, perdió otros dos y cometió cinco faltas personales.