Un vuelo tranquilo de tres horas y media desde Bucarest, sin incidencias, con más cansancio que fiesta después de horas de euforia y celebración por la conquista del título de la Liga Europa, llevó al Atlético de Madrid de regreso a España, donde aterrizó al grito de 'campeones, campeones'.
Justo en el momento en el que tomó tierra en el aeropuerto de Barajas, superadas las 12.15 horas, sólo se escuchaba ese cántico de los jugadores desde la parte delantera del avión, el lugar donde viajaban plantilla, cuerpo técnico y directivos del club rojiblanco camino del festejo que esta tarde recorrerá las calles de Madrid.
Las siguientes citas, una comida en un restaurante y los actos de celebración junto a la afición, que comenzarán esta tarde con la salida del equipo en un autobús desde el estadio Vicente Calderón, continuarán con las visitas habituales a la Catedral de la Almudena, Ayuntamiento y sede de la comunidad de Madrid y concluirán en la fuente de Neptuno, el lugar de encuentro de los éxitos rojiblancos.
El vuelo que trasladó a la expedición, familiares y periodistas desde el aeropuerto de Baenasa de la capital rumana, habilitado especialmente para la llegada y salida de los dos equipos que disputaron anoche la final de la Liga Europa, el Atlético y el Athletic, hasta Madrid había partido a primera hora de esta mañana.
Con el trofeo en la cabina, acompañado durante buena parte del trayecto aéreo de 2.475 kilómetros hasta Madrid por el colombiano Radamel Falcao, el héroe y el goleador del título continental conquistado el miércoles, el vuelo tuvo más momentos para el relax, para dormir y descansar, que para prolongar los festejos iniciados horas antes, anoche, en el estadio Nacional de Bucarest.
"Mientras otros duermen, nosotros conquistamos Europa". Era el lema de las camisetas negras de los futbolistas, cuerpo técnico y empleados de la primera plantilla, por delante con esa frase y con rayas rojiblancas y por detrás con todos los nombres de la plantilla y del técnico Diego Pablo Simeone, los campeones de la Liga Europa.
A falta de menos de treinta minutos para la llegada a Madrid, el avión retomó la fiesta. Los jugadores corearon los nombres del turco Arda Turan, del colombiano Radamel Falcao, de Adrián López, de Gabi Fernández, de Simeone, de Diego Ribas ("Diego quédate", gritaban sus compañeros), cantaron el himno del club y vibraron con el 'Te quiero Atleti, lo, lo, lo..."
Y, en el momento de aterrizar, sólo hubo un cántico: "Campeones, campeones, oe, oe, oe". Gabi Fernández y Antonio López, capitanes del equipo madrileño; Enrique Cerezo, presidente; y Diego Pablo Simeone, entrenador, bajaron entonces por las escalerillas del avión con la copa plateada, con el sueño y el deber cumplido en Bucarest.
Ahí ya les esperaban decenas de empleados del aeropuerto para conseguir una instantánea con el trofeo y para fotografiarse con sus ídolos. Fuera, a la salida de la terminal, un centenar de aficionados del Atlético aclamaron a los campeones, que esta tarde ofrecerán el título a miles de rojiblancos por las calles de Madrid.