Con la instalación del sistema de Madrid Central, el tráfico en la Gran Vía se ha visto reducido a cambio de aumentar en la M-30. La Gran Vía ha visto reducido el paso de vehículos en un 30% los días laborables y en un 7% los fines de semana.
El Ayuntamiento de Madrid ha ofrecido hoy en una nota de prensa el balance de afección al tráfico de Madrid Central, el área de 472 hectáreas por la que desde el pasado 30 de noviembre solo pueden circular los residentes, sus invitados (un máximo de veinte al mes), los coches con etiqueta Cero Emisiones y Eco y los vehículos B y C que acudan a un aparcamiento público, además de suministradores y prestadores de servicios, entre otros.
Aunque no aporta datos sobre la disminución del tráfico en el conjunto del distrito centro, el Consistorio sí ha cuantificado la caída de los accesos a la arteria principal en comparación con los de la Navidad de 2017. También ha medido la afección sobre el denominado 'perímetro' de Madrid Central -las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Princesa, Plaza de España o en la Cuesta de San Vicente o el Paseo del Prado, entre otras-, donde el tráfico ha caído un 8,95% los fines de semana y un 1,4% los días laborables.
En la M-30, en comparación con el año anterior, ha subido el tráfico un 0,9 % entre semana y un 1,7% los fines de semana, "sin que se haya visto afectada la fluidez", según apunta el Consistorio. Además, el Ayuntamiento ha cifrado en 25.000 viajes diarios el aumento de los usos del autobús relacionados con Madrid Central. En concreto, considera que el aumento del uso ha sido del 1,63% en los días laborables, del 2,6% los sábados y el 3,8% los festivos.
