Conductores y empresarios del transporte discrecional de Madrid se han manifestado hoy para reclamar al Ayuntamiento que habilite dársenas en la Gran Vía, donde los autocares independientes puedan dejar y recoger turistas en el distrito Centro, que aglutina más de 700 establecimientos hoteleros.
"Entre Neptuno y Plaza de España, los únicos puntos en los que tenemos permiso para parar, hay una distancia de 2,1 kilómetros. Los turistas con maletas, las familias con niños, carritos de bebé y la gente mayor necesitan comodidad o no querrán venir a la ciudad", ha dicho hoy la portavoz de los manifestantes, Begoña Landa.
El centro es Zona de Gran Afluencia Turística, declarada por el propio Ayuntamiento en 2007, y acoge "40.000 habitaciones y los principales atractivos turísticos de la ciudad", generando un 65% de la actividad del sector, ha añadido.
Lugares para carga y descarga
"Representamos a doscientas empresas de autocares independientes discrecionales, de las que dependen miles de familias para comer", agregó la portavoz para quien "el Ayuntamiento se está empeñando en que no podamos realizar nuestro trabajo dignamente".
"Necesitamos sitios de carga y descarga. Como está ahora diseñado, es imposible. Pero antes de realizar las obras ya avisamos que esto se podía hacer; algunas ciudades lo tienen", ha dicho Landa. "Buscamos soluciones desde el diálogo", según los manifestantes que acusan al Ayuntamiento de "actuaciones arbitrarias, trato de favor y discriminación entre las empresas de transporte turístico".
Empleos en peligro
Sus empleos, aseguran, "corren peligro si no se introducen mejoras en el diseño de Madrid Central que faciliten el acceso al transporte turístico discrecional". Diariamente estos autocares hacen 100 desplazamientos al aeropuerto y más de 400 traslados punto a punto para el turismo de congresos y convenciones, según el colectivo de Autocares Independientes Discrecionales de Madrid.
En materia de excursiones, todas las rutas hacia las ciudades y monumentos Patrimonio de la Humanidad -Ávila, Segovia, Toledo, El Escorial, Alcalá, Aranjuez- recorren el distrito Centro para recoger pasajeros.Según la portavoz, los autocares tardan en torno a 10-15 minutos para desalojar un autobús de 50 plazas, por lo que necesitan "zonas de paradas y de estacionamiento, si es que el Ayuntamiento no quiere provocar el deterioro turístico de la capital".
"Madrid Central, así no. Porque hace cada vez más hostil Madrid para los turistas", continuó la portavoz, porque si no se introducen mejoras el turismo "se resentirá sí o sí". Cada vez el transporte público municipal "se introduce más en nuestro sector. Hasta que empezó Naviluz hacíamos las visitas panorámicas".Para el colectivo, que asegura ser "partidario de la calidad del aire", la mejor solución es "hacer unas dársenas para no entorpecer el resto del tráfico en la Gran Vía".
Protesta en la Gran Vía
Coreando consignas como "Somos transportistas, no terroristas", y otras como "También somos servicio público, queremos parar en la Gran Vía", unos setenta profesionales del sector han encabezado la protesta por delante de ocho autocares que circulaban detrás con el mensaje "I love turismo", en una nueva protesta del sector.
"Madrid Central tiene que cambiar ya", según este colectivo que advierte que continuará con las protestas hasta que el Ayuntamiento les escuche. En concreto, llevarán sus reivindicaciones el 21 de enero a la próxima reunión de seguimiento del Ayuntamiento con los colectivos afectados por Madrid Central.
Durante estas fiestas navideñas, los autocares no pueden circular por Gran Vía entre 11 de la mañana y 11 de la noche, al igual que los repartidores de mercancías. "A partir del día 7 podrán circular pero sin cargar ni descargar".
Los transportistas portaban este jueves pancartas en las que se podía leer "Queremos diálogo sin trabas ni discriminación", y "El Ayuntamiento quita el pan de nuestras familias".
