La alergia no es sólo cosa de primavera

Hablamos de alergias con el doctor Luis Gutierrez Serantes y con Ana Pérez Montero, jefa del servicio de Alergología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Cada vez hay más alérgicos en los meses invernales. El volumen de polen de ciprés se ha multiplicado en los últimos años porque cada vez se utiliza más en la jardinería ornamental. En los últimos 20 años, el volumen de polen por metro cúbico de ciprés se ha multiplicado. Algunos inviernos se han llegado a registrar 1.000 granos de polen por metro cúbico de aire, cuando la cantidad media hace 20 años era de 50 granos por metro cúbico.

El periodo de polinización de estas especies es amplio y abarca desde noviembre a marzo. El problema es mayor en las ciudades, pues los agentes contaminantes procedentes de vehículos y calefacciones aumenta la capacidad de los pólenes de producir síntomas de alergia. En Madrid el número de alérgicos a arizónicas ha igualado en los últimos años, al de alérgicos a pólenes típicos de primavera (gramíneas y olivo).

Los síntomas principales son: rinitis, estornudos, congestión nasal, moco líquido y conjuntivitis: prurito y enrojecimiento conjuntival. Y como es invierno nos pensamos que es catarro y no alergia, de ahí que tarde más en tratarse. También pueden causar asma.

El tratamiento de los síntomas puede incluir antihistamínicos orales, colirios, espráis nasales e inhaladores, si se ha desarrollado asma. Además, el alergólogo debe valorar la indicación de una vacuna específica.

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