27 años del anuncio de la Lotería de Navidad, con Clive Arrindell siempre en el recuerdo
Es uno de los spots más esperados de cada año y se emite continuamente en Navidad
Clive Arrindell |TELEMADRID
REDACCIÓN
Cuando en el siglo XIX empezó a celebrarse la Lotería de Navidad no existían las colas interminables de doña Manolita ni supersticiones como la de llevar el boleto encima desde que se compra hasta el mismísimo día del Sorteo…
Hoy en día, el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad se emite por televisión y se ha convertido, con todo merecimiento, en uno de los momentos más esperados de estas fechas: por la posibilidad de llevarse una alegría en forma de miles de euros y por ese ambiente festivo que lo invade todo.
Pero no solo el Sorteo es ya un ritual navideño. Desde 1998, los anuncios que nos recuerdan lo buena idea que es comprar un boleto funcionan como el auténtico pistoletazo de salida de la Navidad en España. Mucho antes de que sonara Mariah Carey, aquí ya teníamos al Calvo de la Navidad.
En 1998 fue la primera vez que Clive Arrindell apareció en nuestras pantallas. Pronto empezó a conocerse como el Calvo de la Lotería y se convirtió en todo un icono del Sorteo Extraordinario, protagonizando los anuncios hasta 2005.
Durante esa etapa, el protagonismo lo tenía esa suerte hecha persona por Arrindell, que en blanco y negro y con la inconfundible "At Student Café" de Maurice Jarre sonando de fondo repartía fortuna envuelto en un halo de misterio.
En 2006, Loterías y Apuestas del Estado decidió darle un giro al asunto, y el enigmático personaje de Arrindell dejó paso a la idea de la Fábrica de la Navidad. Aquellos años intentaron enganchar mostrando distintas realidades navideñas.
“¿Qué es lo que toca en Navidad?”, se preguntaban. Maniquíes saludando a compradores cargados de bolsas o muñecos de nieve agradeciendo una bufanda calentita (mucho antes de que Olaf y Elsa aparecieran por aquí).
Anuncios que tiraban de emoción y de la idea de celebrar en compañía, y que recordaban que “Hay muchas Navidades pero todas están aquí”. Aun así, ninguno logró la huella del Calvo de la Navidad.
En 2013 llegó la polémica… y los memes, claro. Ni a Montserrat Caballé le convenció el anuncio que protagonizó junto a David Bustamante, Niña Pastori, Marta Sánchez y Raphael cantando “Pon tus sueños a jugar” al pie del Árbol de la Lotería.
Dirigido por Pablo Berger y rodado en Pedraza (Segovia), provocó más risas que emoción y se convirtió en material de parodia inmediata en redes.
En 2014, el anuncio del bar de Antonio dio un giro de tono: el camarero de toda la vida guardaba a un cliente habitual un décimo ganador.
Aunque tampoco se libró de críticas marcó un cambio importante: la Lotería dejó de ser “el premio” para convertirse en la excusa que une a las personas, como pasaría después con Justino o Carmina.
En 2017 llegó una historia de amor marciana dirigida por Alejandro Amenábar. Volvía a la idea de que “El verdadero premio es compartirlo” y seguía a Danielle, una joven rubia llegada del espacio que aterriza en Madrid y recorre la ciudad junto a su perro, alucinando con la magia navideña. La castañera, el olor a carbón, el cartel de Schweppes, el Retiro, Doña Manolita… todos ellos llenaban este anuncio tan bonito de ver.
La campaña “22 otra vez” de 2018 mantuvo el lema “el mayor premio es compartirlo” y ese toque emotivo, pero añadió humor. Era más comedia que drama navideño.
Con Ruiz Caldera, el director de Superlópez, al frente, fue un homenaje a El día de la Marmota: Luis Bermejo interpretaba a Juan, un cerrajero gruñón que se despertaba una y otra vez el 22 de diciembre.
Y llegó 2020: la pandemia, el Covid, los aplausos, los abrazos pendientes… Y, como todo aquel año, el anuncio también quedó marcado.
Un padre y un hijo separados cuando este último se marcha a la ciudad a principios del siglo pasado, pero unidos por un décimo. Dos novios por la calle, un emigrante, una madre y su hija, compañeros de trabajo, el mercado, el Calvo de la Lotería… y la pandemia atravesándolo todo.
“Este año ha habido momentos en que he sentido miedo. Pero gracias a ti no me he sentido sola”, le escribe una vecina mayor a otra más joven en uno de los dos ‘spots’ de 2020.
Bajo el lema “la suerte de tenernos”, en 2023 Loterías volvió a tirar de familia. Una mujer va desbordada entre trabajo, casa y recados: entre ellos, comprar el décimo para su padre.
Al final del día desea “que todo el mundo desapareciera” y amanece en un Madrid totalmente vacío, incluido su padre.
Disfruta la ciudad desierta, claro, pero lo echa de menos y acaba durmiendo en su casa. Al día siguiente llega el reencuentro y, con él, el boleto comprado: “una excusa para estar juntos”.
En 2024, la España vaciada y la soledad tomaron protagonismo. En el cortometraje, Julián (Amadeo Marín), un hombre de unos 70 años que vive solo en un pueblo cada vez más silencioso, viaja a Vigo para comprar su décimo. Allí, una periodista le pregunta: “¿Con quién va a compartir su décimo?”.
“No tengo con quién”, responde. Y, a partir de ahí, se convierte en un fenómeno viral que despierta la solidaridad de todo el país.
Grabado antes de la catástrofe de la dana, el anuncio buscaba, en palabras de Jesús Huerta Almendro, “que la ciudadanía se sienta orgullosa del valor de la solidaridad”.
Este año, el spot (rodado en distintas localizaciones de Madrid) apuesta por un cuento universal, emocional y atemporal, lejos de la actualidad, con el lema “El sorteo que nos une”.
En el anuncio, de cinco minutos, una pareja encuentra en el Rastro un décimo enmarcado que resulta ser un quinto premio de hace 30 años que nunca se cobró.
La protagonista se obsesiona con encontrar a la persona que lo compró hasta descubrir, en un final emotivo, que ese décimo se guardó no por el dinero, sino por un mensaje escrito que valía mucho más.