Llegaron las figuras a medirse en Las Ventas. Tarde de reventón, lecciones y viento molesto. Lección de pundonor de Castella, quien se metió en faena desde el comienzo y aguantó los derrotes de su primero, de Victoriano del Río, ofensivo como sus hermanos.
El Monsieur se qeudó en el ruedo tras recibir una cornada al uedarse descubierto. Lección de valor y valentía, de aguante y superación, que tras excelente estocada le valió la única oreja del festejo.
Tuvo mérito el francés al mostrarse firme con el complicado cuarto, y cuyo silencio fue roto por los vítores de valiente camino de la enfermería.
Lección de la cuadrilla del Manzanares: de Trujillo, Curro Javier y Blázquez, en la brega y con los palos, en el segundo y en el quinto.
Lección del propio alicantino por su toreo de toques suaves y sentidos al manejable segundo. Mecía Manzanares la muleta, acompañaba cada muletazo con su cuerpo, combinaba derechazos con cambios de mano y concluyó la faena, en medio de la bulla, recibiendo en dos tiempos.
Saludo en la que debío haber sido de oreja y también en la del quinto, al que aguantó miradas y derrotes, despachando de una entera de premio.
Y lección de Talavante, variado en ambos toros.
Brindó a su abuelo el tercero, cuya faena pudo valerle una oreja de no haber fallado con el acero. Y se vino arriba en el sexto, complicado, con el que se mostró inspirado en un quite con la diestra y con la izquierda…. Y qué lástima que hiciera guardia, para quedar tan sólo en saludos desde el tercio.
Y todo, en una tarde de figuras, reventón… y rurun molesto.
