En la trigesima de San Isidro se vivió la cara y la cruz de la fiesta. Apenas le dio tiempo a Manuel Jesús "el Cid" a tomar contacto con el toro de Adolfo Martín, encastado como sus hermanos, cuando resultó prendido por el muslo derecho.
Una cornada de veinte centímetros, calificada de grave por el doctor Garcia Padros, quien le atendió en la enfermería de la misma plaza.
Ocurrido el percance la corrida se quedó en un mano a mano entre Ángel Sánchez, que minutos había tomado la alternativa, y Pepe Moral.
Un Pepe Moral que tuvo en el quinto un toro ideal para triunfar. Como así fue. Moral lo entendió perfectamente sobre todo con la izquierda, con la que fluyeron tandas de naturales, ligadas, aguantadas unas ante la mirada probona del Adolfo. Más relajadas otras con la cadencia de quien tiene gusto al torear.
Faena de oreja a un toro ovacionado que empujó en el caballo y se entregó en la muleta. En los otros silencio.
Ángel Sánchez lo intentó con los tres toros que le quedaron. Ovación con saludos, silencio y silencio.
La trigésimo primera nos ofrece el mano a mano entre Andy Cartagena y Diego Ventura con los toros de los espartales.