Muchos españoles están viviendo estos días a treinta grados bajo cero. Son los emigrantes que, por motivos laborales, o académicos abandonan nuestro país para ir a Norteamérica, donde ahora se encuentra una bolsa de aire gélida.
Esta ola de frío, aparte de con precaución, se la están tomando con el humor tan típico que caracteriza a los españoles. Los que residen en Chicago, son los que se están viendo más afectados por el frio, con temperaturas que alcanzaron, casi, los 50 grados bajo cero.
Agua que se convierte en nieve, camisetas que se hielan en cuestión de segundos, retos con el pelo. Cualquier alternativa es buena para paliar el aburrimiento que provoca el no poder salir de casa.
