Es algo que preocupa últimamente: la presencia, cada vez más, de menores en los botellones. Cada fin de semana, Samur tiene que atender a decenas de jóvenes por intoxicaciones etílicas. Algunas pueden acabar con consecuencias muy graves, advierten.
Así, el trabajo del Samur-Protección Civil el pasado puente se saldo con 39 menores intoxicados por consumo de alcohol, de los cuales 11 fueron trasladados a hospital. Una situación que se repite con los botellones casi cada fin de semana, con menores que consumen grandes cantidades de alcohol y en poco tiempo, sin ser conscientes del peligro de este consumo intensivo, buscando casi el efecto de droga que suban rápido sus efectos.
Un peligro sanitario sobre todo porque su cuerpo, especialmente el hígado no está preparado, y que puede llegar a provocar una parada cardiorespiratoria.
Un consumo abusivo que ocasiona además accidentes físicos como caídas.
Según la Sociedad Española de Neurología la ingesta excesiva de alcohol es grave en todas las edades, pero mucho más en un cerebro en formación, como es el de los menores. Por sexos, las mujeres por metábolismo, acumulan más grasa y por ello es todavía más dañino el alcohol.