Pedro Sánchez afronta su segunda semana de vacaciones en Lanzarote mientras queda al margen de la intensa agenda diplomática europea en torno a la guerra en Ucrania.
El presidente del Gobierno no fue invitado a firmar el documento de apoyo a Ucrania promovido por Ursula von der Leyen y respaldado por los principales líderes europeos el pasado domingo.
Tampoco participó en las dos reuniones clave anunciadas por el canciller alemán para unificar la postura europea frente a la invasión y trasladarla posteriormente al expresidente estadounidense Donald Trump.
Finalmente, Sánchez asistió únicamente a un tercer encuentro, en el que Francia y Alemania expusieron las conclusiones ya adoptadas en las citas previas.
En esta reunión, en la que no se tomaron decisiones, se informó sobre los acuerdos alcanzados por varios líderes europeos, Estados Unidos y Ucrania, sin presencia española.
El presidente compartió en redes sociales una imagen de su asistencia, aunque se trataba de la única convocatoria en la que fue incluido.
La ausencia de Sánchez en estos foros se suma a su exclusión de la declaración europea del pasado fin de semana y al distanciamiento con los socios de la OTAN en los últimos meses, marcado por las tensiones sobre el gasto en defensa.
Desde el Partido Popular, acusan al Gobierno de restar "peso internacional" a España en la toma de decisiones europeas.