Los reyes Felipe y Letizia llegaron a Países Bajos para protagonizar a partir de este miércoles una visita de Estado de dos días invitados por los reyes Guillermo Alejandro y Máxima, que ha tenido como prólogo un encuentro con la colonia española afincada en el país.
En la recepción celebrada en un hotel de Ámsterdam, a la que asistieron unos 200 invitados, Felipe VI ensalzó “las excelentes relaciones de amistad e intensos vínculos” que unen a España y Países Bajos, al que definió como “un país amigo, socio y aliado”.
“Queremos que este viaje sirva para reafirmar y profundizar la estrecha amistad que une a Países Bajos y España, distintos en muchos ámbitos, pero también muy cercanos y similares en otros (…) Hoy nos enfrentamos a muchos desafíos compartidos que solamente podremos superar trabajando juntos, y especialmente en el seno de la UE”, destacó el monarca.
Guillermo Alejandro y Máxima les darán la bienvenida en la Plaza Dam, ante el Palacio Real, donde se alojan los reyes españoles. Por la noche, tendrá lugar la cena de gala, en la que estará la princesa Amalia, la heredera al trono Orange, de 20 años, en su estreno en una visita de máximo nivel de un mandatario extranjero.
La presencia de los reyes en Países Bajos, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se prolongará hasta el jueves, con diversos actos de carácter institucional, social y cultural repartidos entre Ámsterdam y La Haya.
También tiene especial peso la visita que los dos monarcas harán al puerto de la capital neerlandesa para impulsar el corredor de hidrógeno verde que uniría esa infraestructura con el de Bilbao.
Esta fuente de energía limpia es uno de los terrenos en los que los dos países tienen una colaboración más estrecha con el fin de reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
En sus primeras palabras, Felipe VI deseó que la visita contribuya a impulsar una mayor presencia empresarial española en Países Bajos, quinta economía de la UE, y un aumento de los intercambios comerciales y de inversiones.
“El progreso de Países Bajos cuenta con el talento y la iniciativa de emprendedores y empresarios españoles”, elogió el rey, quien se mostró convencido de que la sociedad neerlandesa siente “admiración” por la aportación de los ciudadanos españoles, cuya colonia ronda las 50.000 personas, de los que unos 6.000 son universitarios.
El monarca se congratuló de que el idioma español esté “cada vez más presente en la sociedad y en las escuelas neerlandesas” y confió en que tenga “todavía una mayor visibilidad en el sistema educativo reglado”.
En la recepción, que comenzó media hora más tarde de lo previsto, acompañó a los reyes la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, y al embajadora de España en Ámsterdam, Consuelo Femenía.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, no pudo estar en la llegada de los reyes porque participaba por videoconferencia en la reunión con sus homólogos europeos y se incorporará mañana a la comitiva.
La de los Países Bajos es la primera visita de máximo nivel de los reyes este año y también en la que se estrena el jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, dos meses después de su llegada al cargo.
Los reyes Juan Carlos y Sofía protagonizaron dos visitas de Estado, en 2001 y en 1980, en la etapa de la reina Beatriz, quien abdicó en Guillermo Alejandro en abril de 2013.
El viaje de don Felipe y doña Letizia llega con el Gobierno neerlandés en funciones tras la dimisión del primer ministro, Mark Rutte, el pasado mes de julio, lo que obligó a convocar elecciones en noviembre en las que el partido ganador fue el líder de la extrema derecha (PVV), Geert Wilders, con 37 de 150 escaños del Parlamento.
El PVV está en negociaciones con tres partidos de centroderecha y en caso de fructificar, sería la primera vez en que la ultraderecha llega al poder en el país naranja.