Las medidas que se han adoptado van, entre otras cosas, encaminadas a cortar de raiz uno de los principales focos ahora mismo de transmisión del virus: los botellones y las fiestas privadas.
Los jóvenes son ahora mismo el objetivo de las administraciones. Y saben sobradamente por qué.
“Nos metemos en una casa y no nos ponemos mascarilla cuando estamos juntos” afirman.
En cuestión de dos semanas ha habido más de 250 intervenciones de la policía municipal para controlar esto.
“Fiestas en pisos cerrados” nos cuentan. “Reuniones o fiestas en los bares o en la calle” dice otra de las consultadas.
De 120 efectivos a 210
Se trata de uno de los principales focos de contagio que hay que controlar, por lo que la policía municipal ha incrementado el número de patrullas destinadas a controlar botellones y fiestas privadas. De 120 efectivos a 210.
“Esconderse y beber es algo que se sigue haciendo” reconoce una de las jóvenes.
Madrid limita la actividad entre las 00 y las 6 de la mañana, ¿servirá para acabar con las fiestas?.
“Ahora quedan directamente en una casa a las diez y salen a las seis de la mañana” aseguran.
Y no solo son las fiestas, muchos salen de clase y lo primero que hacen es quitarse la mascarilla para fumar, en grupo y sin distancia.