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Navalcarnero ha vivido una noche de tensión, miedo e incertidumbre debido al avance imparable de un incendio que, impulsado por un viento fuerte desde el suroeste, llegó a situarse a escasos 100 metros de las zonas urbanizables del municipio.

Según relatan vecinos y agricultores, el fuego avanzaba con rapidez, poniendo en riesgo tanto las viviendas como el ganado, y obligando a muchos a prepararse para un posible desalojo.

Los vecinos desalojados de Navalcarnero y Casarrubios regresan a sus casas

La solidaridad entre los habitantes y los trabajadores del campo fue clave para contener la tragedia: varios agricultores, con sus tractores, comenzaron a realizar cortafuegos improvisados para impedir que las llamas llegasen a las urbanizaciones cercanas.

Ricardo y Javier, dos de los agricultores que trabajaron sin descanso durante toda la noche, relataron cómo la llegada de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la actuación del bulldozer de la Comunidad de Madrid frenaron definitivamente el avance de las llamas.

"El cortafuegos que hicimos con los tractores fue crucial para evitar que el incendio llegase a las viviendas", aseguró Javier.

Vecinos de urbanizaciones como Los Manzanos también vivieron momentos de mucha angustia. Ángel, otro vecino, contó cómo tuvo que preparar a su familia para salir de casa en cualquier momento y cómo la constante presencia del humo se siente aún en el aire. "Aquí sigue oliendo a humo, a pesar de que el fuego está controlado," dijo.

Aunque el incendio continúa en proceso de extinción, la colaboración vecinal y el trabajo de los equipos de emergencia han evitado una tragedia mayor.

La Comunidad de Madrid mantiene la alerta y trabaja para lograr la extinción total del incendio en los próximos días, mientras los vecinos de Navalcarnero intentan recuperar la normalidad tras una noche marcada por la incertidumbre y el valor colectivo.