El cocido madrileño empieza su camino para tratar de ser decalarado bien de interés cultural inmaterial (BIC).
La receta del cocido, la manera de elaborarlo, presentarlo y servirlo tiene su aquél. A tres o cuatro vuelcos, con el caldo incorporado o aparte, con fideo fino o gordo, con parte de los ingredientes servidos por separado, la receta de la abuela o la de alguno de los afamados restaurantes, con comino o sn comino...
Tras la investigación realizada por 'Etnografía y Patrimonio Inmaterial' decidió lanzar una encuesta ciudadana que invita a madrileños y madrileñas a compartir su forma de preparar el cocido.
Entre las preguntas que recoge este sondeo culinario se encuentran los ingredientes que incluye la receta, el número de ollas y vuelcos, los acompañamientos e, incluso, las "manías" que tienen los madrileños a la hora de degustar este manjar.
Además, la investigación busca indagar en las situaciones que acompañan a servir el plato, si solo lo comemos en días de fiesta o si lo hacemos en casa o si únicamente se cata de restaurante.
Aunque su origen no esta del todo definido , la denomincación cocido madrileño comienza a documentarse en el siglo XIX.
En el siglo XVI se hacía referencia a la olla podrida, hasta que a mediados del siglo XIX y comienzos del XX se consolida su receta.
Ingredientes
Carnes, verduras, embutidos y garbanzos, bajo una técnica de preparación, cocción al agua, se sirve en varios vuelcos.
Representa un fenómeno social de los madrileños. Lo que en su día fue menospreciado por ciertos sectores de la élite, hoy se han convertido en símbolo de los mejores restaurantes.